martes, 29 de junio de 2010

Buenos Modales. Cap.70

Cuando desperté, la luz del Sol entraba a raudales por las ventanas. Seguía abrazada al cálido cuerpo de Jacob, pero éste estaba desparramado en la cama, con un brazo colgándole de ésta.
Sin hacer ruido, me levanté de la cama y salí por el pasillo y caminé hasta la cocina; para verificar si mis padres ya habían llegado.
Estaba muy iluminada, pero vacía. Eso significaba más tiempo con Jacob. No pude evitar que una sonrisa me curveara los labios.
Casi siempre me controlaban el tiempo con Jacob, a solas quiero decir. Supuse que no aún no podían aceptar la idea de que su niñita al fin creciera.
Después de lavarme la cara y cepillarme los dientes fui a la cocina y abrí el refrigerador, me incliné para sacar una botella de jugo y…
… unas manos me rodearon por la cintura, unas manos cálidas, de una forma tan pasional que me estremecí y dejé caer la botella de vidrio.
Ésta se estrelló contra el suelo de linóleo.
- Señorita, - susurró una voz ronca a mi oído – sé que debe ser muy descortés de mi parte pedirle esto, pero no puedo resistirme a sus encantos femeninos ya que soy un simple hombre subyugado por el poder que tiene usted como mujer,- inhaló cerca de mi cuello, lo cual me produjo un escalofrío - ¿Me haría el favor de acompañarme a sus aposentos? … Me veo obligado a recordarle que sus padres no están…
Me dio un suave beso en el cuello y todo mi cuerpo tembló bajo esa pequeña acción.
- Es una petición muy tentadora, debo reconocerlo, pero antes de todo, debo admitir que no lo conozco. ¿No sería de mal gusto aceptar algo de así de un desconocido? – respondí, siguiéndole el juego.
- Oh, no, señorita, no me malentienda, usted y yo si nos conocemos. Incluso me atrevo a insinuar que nos conocemos más de lo que usted cree.
- Creo que se está equivocando de persona. Tal véz… si me dejara ver su rostro, podría confirmale o negarle si lo conozco…
- Mi lady, pero eso rompería con nuestro hechizo ¿no es cierto?
- Eh vivido lo bastante como para decirle que éste no es precisamente un lugar cuerdo y que usted y yo, no somos quien aparentamos…
Sin decir una palabra más, Jacob aflojó sus brazos alrededor de mi cintura, mientras yo me daba vuelta y lo miraba a la cara. Estábamos tan cerca que su aliento me embriagaba. Me veía con tal intensidad que por un momento creí que me derretiría en sus brazos.
- Si no es muy atrevido – susurró – déjeme decirle, que yo a usted la conozco por que la veo todas las noches… en mis sueños.
Sonrió de una manera resplandeciente. Puse delicadamente mi mano en su mejilla y le dije:
- Me ah robado las palabras… al igual que el corazón.
Acerqué mi rostro más a él, al igual que todo mi cuerpo. Él habló rozando nuestros labios.
- Siento contradecirla, pero es usted quien me ah robado el corazón. Pero debo corregir: siempre ah sido suyo.
Sin decir más, ambos unimos nuestros labios en un beso. Un beso cálido, tierno, un beso que sólo algunas afortunadas personas reciben.
Tomé su rostro con ambas manos, negándome a dejarlo ir. Inmediatamente sentí como Jake se estremecía y me apretaba más contra su cuerpo, mientras daba unos pasos para dejarme encerrada entre la puerta del refrigerador y su cuerpo.
Era un beso metamórfico, que iba transformándose en otro más pasional a cada respiración. Sin despegar nuestros labios, Jacob llevó sus manos a la parte baja de mi blusa, para después meterlas lenta y tortuosamente por debajo de ella, acariciándome el abdomen y la espalda. Mis brazos se cerraron en puños sobre su pecho al darme cuenta de cuánto lo deseaba. Sin pensarlo, separé mis labios de los suyos y los llevé a la altura de sus oídos.
- ¿Qué pasaría si ahora mismo llegaran mis padres? – dije, recordando en que no tardarían en llegar.
- Sólo lo haría más interesante – dijo a mi oído para después soltar una risa ronca.
- Depende de que concepto tengas por interesante – dije mientras mis manos bajaban al borde de su pantalón – si para ti significa que alguno de mis padres te arranque la cabeza, bien pues, eso sería bastante interesante.
Jake se rió bajo y yo solté algo entre carcajada y jadeo.
Me miró a los ojos y ví mi deseo reflejado en sus ojos. Lo deseaba tanto hasta llegar a ser doloroso. Sabía que la situación se estaba volviendo tan peligrosa como los cristales bajo nosotros.
Mo mordí el labio inferior y me odié por lo que iba a hacer.
- Jake…no –dije, dudosa- no podemos. No ahora.
- Lo entiendo – dijo mientras se apartaba de mí con gesto derrotado.
- Pero – lo agarré del brazo antes de que me diera la espalda – buscaremos la oportunidad. Te lo prometo.
Me paré de puntillas y le di un suave beso en los labios, sellando la promesa. Él esbozó una sonrisa pero esa alegría no le llegó a los ojos.
No supe que decir y me puse a levantar los vidrios de la botella rota.
Sentía una punzada de culpabilidad, por que sabía que él lo deseaba tanto como yo, pero sabía que si mis padres se enteraban, no iba a actuar racionalmente y lo último que quería es que alguien de mi familia – incluido Jake- saliera herido.
- Jake, ¿tu crees que los sueños tienen significado? Pregunté de repente, al recordar mis frecuentes pesadillas.
Pareció meditarlo un segundo.
- Tal vez deberías llamarle a la adivina que sale en la televisión. La del turbante naranja fluorescente. Dicen que si lo miras por diez segundo te empiezas a convulsionar. Está comprobado científicamente.
Al escuchar su risa entendí que no estaba herido y no pude hacer más que reír con él. Me senté junto con él en la barra de la cocina.
La luz del Sol iluminaba sus piel morena de un modo irresistible, al igual que la sonrisa que esbozaba, a pesar de estar tan cansado como yo, siempre ponía de su parte para que ambos lo olvidáramos. No lo podía negar. Me encanta todos y cada unos de sus aspectos…
- ¿Ness me estas escuchando? – preguntó, sacándome de mi ensueño.
- Eehh…si. Decías que el turbante y…algo de unas convulsiones… que tenías pruebas…? – dije para finalizar con el signo de interrogación escrito en mi frente.
Se rió dulcemente y me dio un beso en la frente.
- Te decía que una vez Embry tuvo un sueño en que su abuela se caía por un pozo y no la podía rescatar. Lo soñaba casi todas las noches, así que decidió visitarla en la reserva Makah. Falleció unos días después de que Embry la visitó. Supongo que era una señal, o algo así…
Pero, ¿Qué se suponía que significaba mi sueño?. Me pregunté. ¿Qué.. iba a morir?. Me dio escalofríos de sólo pensarlo.
Aunque pensándolo bien esa chica no era exactamente igual a mí, se parecía…mucho…
Julie. La posible respuesta me llegó como balde de agua fría.
Tal véz tenía esa pesadilla recurrente debido a Ethan. Lo había estado pensando mucho últimamente, principalmente por su estado emocional, ya que sabía que podía defenderse por sí solo.
Ethan me había comentado lo mucho que me parecía a Julie, su amor el cual fue asesinado por un vampiro, el vampiro que lo transformó a él.
Por eso la sangre, la desgarradura de la piel y los ojos en blanco, sin vida.
Miles de conexiones se establecieron en mi cerebro y comprendí muchas cosas de aquella pesadilla que antes no tenía sentido.
Pero… ¿qué significaba ese lugar?.
Rebusqué en los más profundos recuerdos sin importar que algunas me siguieran doliendo.
- Paris –dije sin pensarlo.
Jake, quien me miraba pacientemente –como era lo usual cuando me enfrascaba en mis pensamientos- , abrió mucho los ojos sin comprender.
Mis labios se curvearon hacia arriba. Le tomé la mano y le mostré mis deducciones. Entendí que no le agradaba mucho que yo siguiera intentando encontrar a Ethan, pero no dijo nada. Una ligera mueca de dolor recorrió su rostro cuando recordé el momento en que Ethan me había dicho lo parecida que era a Julie, ya que estábamos a unos segundos de casi besarnos.
- Tal véz debería ir… - pensé en voz alta.
- Deberíamos – corrigió Jake – no pienso dejarte sola una vez más.
Su determinación me hizo sonreír.
- Tal véz deberías decírselo a Bella y Edward, están por llegar…
Agudicé el oído y alcancé a escuchar sus suaves pisadas dirigiéndose hacia la cabaña. Me mordí el labio inferior y con una sonrisa esperé a que llegaran…



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Sorry girls!!
Estos días han sido una locura, intentando conseguir bolestos para Eclipse (solo conseguimos para el estreno oficial D: )
Haciendo nuestras playeras de Team Jacob ;) sii quieren después les muestro una foto vale? ;D
Y en el fin de semana me la pasé con mi papá. (no vive conmigo)
Así qe anduve medio ocupadita... pero aquí está el cap. medio larguito ;)
Creen que así de lemmon esta bien o un poco más ;D hehe si me piden mi opinión yo le pondría un poco más :DD hahaha
Vale grx x visitarme y leerme y comentarme y aguantarme XD.

La abeja zumba siempre así x qe hace miel solo para mí...
Busca lo más vital - El libro de la selva

miércoles, 23 de junio de 2010

Quiet and deep ocean.

Si, como algunas me lo pidieron aquí está, el sueño [alternativo] de Nessie. [Como no tenía Internet creé dos, pero me gustó más el segundo, así que ése fué el que usé para el cap Original. ;D]



Una suave brisa acariciaba mi rostro.
Podía notar un poco de luz colándose a través de mis párpados cerrados.
Me sentía tan ligera, tan tranquila que no quería abrir los ojos.
La brisa se agitó a mi alrededor.
Abre los ojos Renesmee”. Escuché junto a mí, como si alguien me lo hubiera susurrado al oído.
Un azul infinito me recibió cuando abrí los ojos.
Noté que mis rizos color cobre flotaban etéreamente alrededor de mí y comprendí que estaba flotando.
Alcé mi rostro u y ví un leve resplandor sobre mí. El Sol.
Tintineaba un poco; lo achaqué a que yo estaba bajo el agua.
A pesar de estar sumergida, el agua no se metía a mis pulmones, como si no estuviera respirando.
Arrecifes de coral se arremolinaban a ms pies. Mientras miles de pececillos de varios colores entraban y salían de ellos, nadando apresuradamente.
Sentía como los rayos de luz se colaban entre el agua, dando en mi piel, haciéndome sentir extrañamente reconformada.
Si fijabas la mirada más allá de los arrecifes, podías notar algunas cuevas submarinas, deseosas de ser exploradas.
Unos pececillos nadaron a mi alrededor.
Ésa era la primera vez en la vida que algún animal no me rehuía instintivamente.
No había necesidad de mover los brazos o las piernas para flotar, tal y como enseñan en las clases de natación, si no al contrario, mis brazos y mis piernas se movían al ritmo de la calmada corriente que había allí debajo.
Incluso mi vaporoso vertido blanco se alzaba en etéreas curvas.
La escena que estaba debajo de mí era de las cosas más hermosa que jamás pudiera haber visto, de esas que sólo las puedes ver si te puedes costear el buceo en aguas profundas o a través de un televisor canalizado en National Geographic.
La superficie del agua que estaba sobre mí tembló un poco, alcé el rostro y ví que éran flores, flores blancas.
Las mismas que había visto en mi primer sueño. Sabía lo que significaban, sabía lo pasaría a continuación, pero la parte racional de mi mente parecía no tener poder alguno sobre mí.
Algunas de las flores empezaban a hundirse, acercándose a mí.
Las flores eran tan perfectas que parecían tener un efecto hipnotizante en mí.
Me rodearon como en un pequeño torbellino debajo del mar.
Sin pensarlo, extendí mi brazo y cuando las yemas de mis dedos las rozaron…
…Estallaron.
La sangre se disolvió en el agua como si fuera tinta.
Por aquí y por allá había cascadas de ese líquido color escarlata, como si estuvieran vertiéndolo directamente en el agua.
Los colores se empezaron a apagar y el arrecife que estaba a mis pies me pareció más triste y desolado que nunca.
Incluso mi vestido que antes me había parecido hermoso y delicado, tenía manchas en todos lados de sangre; incluso estaba desgarrado en algunas partes.
El corazón se me encogí y la garganta me ardió al notal el metálico y dulce sabor de la sangre fresa en mi boca.
Sentía cada vez más fuerte esa sensación de angustia en mi pecho; un capullo que se iba abriendo lentamente.
Intenté nada hacia arriba, salir de aquel macabro lugar, pero algo tiraba de mi pierna hacia abajo.
Miré hacia abajo y un chillido de horror y sorpresa salió de mi boca, al mismo tiempo que unas burbujitas de aire.
Me escuché a mí misma muy lejos, como si tuviera tapados los oídos.
Una joven, un poco más grande que yo, de apariencia triste y menuda, me sujetaba la pierna con su delicada mano.
Los cabellos color cobre flotaban alrededor de ella, creando un halo refulgente.
Su vestido flotaba al igual que el mío.
Su hombro estaba casi destrozado; la sangre salía en delgados hilillos que iban flotando a la superficie, como si se estuviera deshilachando.
Me rigió el estómago al ver la sangre; pero a pesar de eso, noté una marca, allí donde la habían mordido.
Su rostro era casi redondo, diferente al mío, al igual que la nariz; pero en las demás facciones podría decirse que era igual a mí. Y a pesar de tener esa mueca triste, se notaba que había sido hermosa.
Un escalofrío me recorrió por completo al mirar sus ojos.
No tenían ni pupila ni iris, sólo un blaco apacible y refulgían ligeramente.
Aunque no sabía a ciencia cierta que o a quién estaba mirando, tenía esa extraña sensación de que a quien estaba viendo era a mí.
Sentí su nívea mano apretarse más contra mi tobillo y otra exclamación ahogada se me escapó.
Ví como las burbujas de oxígeno salían de mi boca y desaparecían en la superficie.
Fue como si me hubieran sacado el aire de golpe.
De pronto necesitaba respirar, como si todo ese tiempo que no había necesidad estuviera pasando la cuenta. Sentía se me oprimía el pecho.
Sin querer tragué agua y el pánico me empezó a invadir…
Moví desesperadamente los brazos en un intento de llegar a la superficie, pero esa delicada y fría mano me seguía sujetando; negándose a soltarme. Mi acelerado ritmo cardiaco empezó a disminuir notablemente, hasta sólo ser un pequeño y débil resonar…






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Se bueno, no hay nada que decir por ahorita sólo...
¡¡Llegamos a los 100 post!!
Estoi muy feliz y en parte es garcias a ustedes!
MIL gracias! Las amo con locura y desesperación!! XD
[no sé si haya chicos por acá así que por eso sólo usé femenino; pero si los hay... ¡Los amo a ustedes también! hehe]

lunes, 21 de junio de 2010

Apoyo. Cap.69

…La nieve caía en pequeñas y delicadas volutas desde el cielo.
Éste tenía un suave color blanco, propio del invierno.
La pequeñas nubes que se alcanzaban a distinguir eran tan esponjosas y vaporosas como un vestido de novia.
El pasto se había cubierto de nieve completamente, al igual que el río que pasaba a mi lado. Más allá, a lo lejos se alcanzaba a divisar el pequeño puente de madera abombado, medio cubierto por la nieve.
Tenía un aspecto quebradizo y por un momento, me dieron ganas de ir a comprobarlo por mí misma.
El arroyo que corría junto a mí estaba congelado, dejando a las suaves piedras atrapadas por el hielo.
Me recordó levemente cuando era niña y paseaba por el encrucijado bosque nevado de Forks; siempre con mi Jake.
Tuve una leve punzada de culpabilidad cuando al pensarlo no tuve esa sensación de mariposas en el estómago; pero no podía pensar en nada más que la escena que tenía frente de mí.
Parecía tan etérea, tan imposiblemente perfecta…
…Sentía mis brazos y piernas como si tuvieran flotadores. Ninguna preocupación llegaba a molestarme todo se quedaba notablemente disminuido en ése lugar…
Miré con más atención y noté que a pesar de ser invierno, las flores de los árboles no se habían caído; como si el otoño nunca hubiera pasado por ese lugar…
Me acerqué unos pasos hacia el árbol de Jazmín que tenía cerca.
Sus flores blancas como la nieve a mis pies estaban abiertas, como si fuera primavera, pero tenían una delgada capa de escarcha en lo pétalos, como si alguien los hubiera rociado, dejándoles un aspecto exóticamente encantador.
Las flores temblaron ligeramente, como si hubiera soplado el viento.
Pero ningún viento invernal corría allí. Sólo se sentían los delicados copos cayendo en mi rostro y hombros desnudos.
A pesar de llevar un vestido, no tenía frío, aunque bueno, estando a 40 C° difícilmente alguna vez tenía frío.
La florecilla volvió a temblar y un escalofrío me recorrió la espalda.
Parecía estar invitándome a tocarla.
Una vocecilla dentro de mí me advirtió. Era el mismo sueño; sabía lo que iba a pasar después, sabía que esa misma sensación de horror me iba a llenar… pero no me importó.
Alargué el brazo y cuando mis dedos rozaron los fríos pétalos de la flor, estalló…
…Gotas color escarlata me salpicaron el rostro y la parte de enfrente del vestido. Todo el aire se me salió de golpe y no tuve ni tiempo para gritar.
Los colores se apagaron. El blanco pareció llenarse de ceniza hasta convertirse en un gris sucio. Los esponjosos copos se convirtieron en una fría aguanieve que sólo calaba.
Se me hizo un nudo de lágrimas reprimidas en la garganta cuando noté el dulce sabor de la sangre fresca en mi boca.
Alcé el rostro y me dí cuenta de que las demás florecillas habían imitado a la primera, estallando y manchando todos con gotas de sangre.
El árbol parecía sacado de una película de horror; cubierto con sangre que bajaba en pequeños hilillos manchando a su alrededor.
Mi garganta ardía y mi estómago rugía. Ambos pedían sangre.
Instintivamente, tapé mi rostro con las palmas de mis manos, como si con ese simple movimiento todo fuera a desaparecer.
Mi respiración era entrecortada y me constaba trabajo pensar con el llameante dolor de garganta.
Bajé mis manos y sin pensarlo las ví.
Una sensación de pánico me llenó y no pude evitar lanzar un chillido.
Estaban manchadas de un líquido dulce, espeso y color rojo. La lluvia me caía en las manos, pero no me limpiaba la sangre; ésta se quedaba allí, resaltado entre todo lo demás, como prueba de lo que soy.
Miré más allá de mis manos y otro escalofrío me recorrió violentamente.
Era el cuerpo de una joven.
Tenía el hombro desgarrando, allí donde le habían mordido. La sangre salía a borbotones, creando un contraste contra su nívea piel.
Sentí una ramalazo de ardor en la garganta.
Llevaba un vestido blanco, estilo años 50’s, el cual también estaba manchado de sangre en la parte frontal y superior.
Mi respiración se había vuelto a hacer más agitada, dí unos pasos hacia atrás. Estaba temblando; tropecé con mis propios pies y me caí de sentón a la nieve color humo.
Su cabeza yacía ladeada, con los cabellos color cobre rodeando su rostro como un halo.
Noté que se parecía mucho a mí, tal véz la nariz un poco más recta y el rostro más redondo, pero en lo demás, podría decir que era igual a mí.
Subía la mirada hasta sus ojos y reprimí un grito.
Su ojos no tenían ni pupila ni iris, sólo blanco, que cubría todo el ojos, resplandeciendo de una manera sutil. Sentía que me estaba mirando, de alguna forma culpándome por lo que le había pasado.
Sentía que me faltaba el aire, como si hubieran sacado todo el oxígeno de aquel lugar. Sentía que me oprimían el pecho. Cerré los ojos

…Y desperté.
Me encontraba bocabajo en mi cama, hecha un ovillo. Respiraba desesperadamente bocanadas de aire mientras las lágrimas corrían sin parar por mis mejillas. Me ardía el pecho. Sentía las suaves sábanas bajo mi rostro, mientras las mojaba de lágrimas.
Me sentía más sola y desamparada que nunca.
Sentí unas caricias en los desnudos brazos y repentinamente alcé el rostro.
Era Jake. Intenté decir algo pero el nudo de miedo que tenía en la garganta me impedía hablar. Noté como el labio inferior me temblaba y ví mi miedo reflejado en los ojos de Jake.
Se acostó frente a mí y me rodeó con sus brazos. Me acurruqué en su pecho y lloré a lágrima viva. Apretaba mis manos alrededor de su cintura, tratando de sentirme un poco más segura y por primera vez… no esa pequeña acción no lo resolvió todo.
No era la primera vez que me despertaba llorando a mitad de la noche.
No era la primera vez que tenía esa pesadilla.
No era la primera vez que Jake estaba allí para mí.
Me tenía cansada esa pesadilla recurrente en la cual la situación era la misma, y sólo cambiaba la estación.
Tenía medios círculos oscuros debajo de los ojos. Mi piel estaba cada vez más pálida. Tenía suerte si dormía unas tres horas de corrido en las noches.
Y lo que más me dolía de todo, era que Jake también sufría conmigo.
Se quedaba despierto por las noches, fuera de mi ventana; montando guardia para irme a despertar cuando las cosas se pusieran feas.
Mi familia llegaba mañana. Habían viajado hasta las Amazonas para asegurarse de que Nahuel y su familia habían estado bien. Me parecía que una de sus hermanas no había sobrevivido a la matanza del catillo de los Vulturi. Por lo cual el único apoyo que tenía era el de Jake. Y odiaba que él tuviera que cargar con todos mis derrumbes y aunque me había repetido mil veces que aunque estuvieran mamá y papá sería lo mismo, no dejaba de sentirme mal.
- Lo siento – susurró Jake a mi oído.
- ¿Lo siento? – pregunté incrédula con un hilillo de voz Y alcé mi rostro para verle a la cara– Soy yo la que tengo que pedir perdón por hacerte pasar tantas noches en vela – dije mentalmente.
Cerró los ojos y sacudió ligeramente la cabeza. Él también tenía esas medias lunas oscuras bajo sus ojos.
- No por eso. Tuve que cortarte la respiración para que despertaras – parecía sentirse culpable.
En otra situación me hubiera rápido por lo bajo, pero en esos momentos estaba muy cansada como para bromear.
- No te preocupes. Fue mucho mejor que seguir soñando.
Me dio un beso en la frente y yo me apreté más contra él.
Estaba apunto de decir que ya que estábamos solos se me ocurría una mejor manera de pasar la noche juntos, cuando su acompasada respiración y el relajado latir de su corazón me advirtieron que ya estaba dormido.
- Te amo Jake…- le dije mentalmente para después sumergirme en sus brazos y dejar que el sueño volviera por mí…



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¡¡Mátenme si quieren!! Me lo merezco. Aunque no fue mi culpa que no hubiera Internet en mi casa!! ¬¬
Les puedo jurar que casi MATO por el teléfono al monito de la compañia de Internet.
E ir a un café-internet no es lo más recomendable CRÉANME siempre hay alguien que se la pasa espieando a ver qe haces. ME DESESPERAN
Pero bno, por otra parte el cap fue medio larguito no??
Como no tenía nada más que hacer más qe escribir hice dos versiones del suéño avísemne si quieren que lo publique ;))

AYER VI TOY STORY 3!!!! Lloré como un bebé D:
Esque siento que esa paelicula es muy importante para toda nuestra generación, ya que CRECIMOS con Toy Story. Y me ENOJA que algunas personas sólo la vayan a ver para pasar el tiempo o canten las canciones sólo por llamar la atención. ¬¬ los odio... XD
Pero Bueh!!
Mañana juega MEXICO VS. URUGUAY obviooo estoy del lado del Tri!! hehe Al menos a Octavos de final si pasamos! VAMOS MÉXICO

P.D: ODIO a los aguados que no apoyan a México!
P.D 2: Voten en la encuenta para saber si más adelante quieren LEMMON*!!!

*lemmon = Situaciones sexuales.

Yo me despidoo! Besos.


The got nothin o you babe... ;D

jueves, 10 de junio de 2010

También él es importante. Cap.68

Ethan. Él forma parte de eso que Jake quiere que dejemos atrás. Fue en lo único que pude pensar…
No lo podía dejar solo, no me iba a rendir sin al menos haberlo buscado.
A estas alturas no podía negar que era parte importante de mí.
No lo iba a dejar atrás…
- Muy bien. Dispara – dijo despreocupadamente Jake. Era obvio que mi pequeño derrumbe emocional todavía no era evidente. Me alivié un poco.
- ¿Q-que? – dije con un hilillo de voz. Temía que saliera quebradiza.
- Pregunta. Lo que quieras.
Miré por el ventanal que teníamos junto; mientras me tragaba mis lágrimas.
- ¿Qué sucedió con Ethan? – pregunté por lo bajo.
La línea de su mandíbula se tensó y aquellos ojos que segundos antes habían sido dulces como miel, estaban secos.
Supuse que le dolió, que lo primero que quisiera saber se tratara sobre Ethan, pero necesitaba saber que había pasado con él. La incertidumbre me estaba carcomiendo.
- Le arranqué la cabeza y lo dejé por allí, ya sabes, lo usual. – su voz era seca como el polvo.
- ¡Jake! – sollocé mientras mis manos se cerraban en puños.
No, no podía ser cierto. Aquel Jacob al que yo conocía no era capaz de hacer algo así.
Con movimientos torpes me intenté parar de la silla mientras las lágrimas se acumulaban en mis ojos.
- Nessie, espera sólo…
Me intentó tomar por el brazo.
- ¡No!. Aléjate de mí – sollocé aún más fuerte.
En su cara ví la preocupación, pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera Ethan. En cierto modo… me sentía rota.
Salí corriendo de la cafetería. El aire hizo que mis rizos revolotearan a mi alrededor. Me sentí un poco menos confundida.
La casa que habíamos rentado quedaba muy lejos de donde estábamos y sabía que no recorrería ni la mitad del camino antes de desmoronarme frente a los transeúntes.
Noté que había un callejón tres locales hacia abajo. No lo pensé dos veces.
El callejón olía un poco a moho y humedad. Había algunos botes de basura, pero por suerte no había ratas saliendo de ellos; como en las películas.
La oscuridad que proyectaban los dos edificios de junto me resultó extrañamente acogedora y confortable.
Me senté en una caja de madera y apoyé mi rostro en mis manos.
Las lágrimas comenzaron a salir libremente, en silencio.
No sabía que pensar, ni que sentir. Mi corazón era una maraña de emociones nada agradables.
- ¿Nessie? – llamó Jake desde el inicio del callejón. Su voz no reflejaba más que dolor, culpa y preocupación.
Sólo alcé el rostro; aún sentía las lágrimas en mis manos.
Entró despacio, midiendo mi reacción.
Supuse que estaba esperando que me echara a correr, por que al ver que no hacía nada suspiró y tomó asiento junto a mí.
Me seguía viendo con esa mirada de culpa.
- No me dejaste terminar – dijo en tono calmado – Sólo estaba bromeando.
Fruncí el ceño y me sentí engañada.
- Idiota – dije por lo bajo.
- Estoy de acuerdo contigo. Lo siento, me pasé de la raya.
No contesté.
- Yo sólo quería…hmm – parecía indeciso si decirlo o no- medir tu reacción.
- Jake, yo no lo amo – pero es importante para mí.
- Lo sé, pero es importante para ti. – dijo como si hubiera leído mis pensamientos.
- ¿Lo..sabes? –dije extrañada. No recordaba haber hablado del tema.
- Bien… - rió un poco avergonzado- cuando estabas en coma…pues…ehmm… me tomé la libertad de echar un vistazo a tu mente.
Reí por lo bajo.
- Sólo no me enojo por que me has ahorrado una conversación complicada. – recargué mi cabeza sobre su hombro.
El suspiró aliviado.
- Por cierto – continué - ¿cuánto tiempo estuve en coma?
- Pues, primero tardaste unos días en estabilizarte, después tardamos unos .. dos días en conseguir un avión para sacarte de la Toscana. Al final llegamos aquí, pero Carlisle tuvo unos contratiempos para traer el equipo médico así que nosotros llegamos unos días después que los demás. Así que si hacemos cuentas… unas dos semanas y cinco días.
- Wow, llevaste muy bien la cuenta.
- Contaba cada minuto y cada segundo que seguías en coma. Cada segundo estaba más cerca del plazo que había dado Carlisle. – dijo para después darme un beso en la frente.
- ¿Plazo? – se me hizo un dudo en la garganta- Para no… ¿despertar jamás?
- ¡No! – parecía un poco asustado – Tus heridas bastante graves. Incluso a mí me hubiera tomado algunos días en recuperarme. Carlisle estimó la fecha en la que estarías recuperada. Me asustaste ¿sabes?.
Enarqué una ceja en señal de confusión.
- Te pasaste casi una semana del plazo.
- Mis sueños eran demasiado hermosos como para despertar – bromeé sin pensarlo, pero la pesadilla que tuve antes de despertara hizo que me estremeciera.
- ¿Estás bien? – Jake me tomó de la mano.
- S-si, no es nada – intenté sonar convincente – volvamos ¿si?
- De acuerdo.
Aún tomados de la mano, nos paramos, pero justo antes de salir del callejón me detuve y jalé a Jake para que quedáramos frente a frente.
La pálida luz que provenía del cielo nublado iluminaba a Jake de un modo descorazonador. Lo deseé con todas mis fuerzas.
Me puse de puntillas y a centímetros de su boca inhalé su intoxicante aliento. Rocé mis labios con los suyos, él inmediatamente atrajo mis labios a los suyos, juntándose en una dulce y placentera danza.
Al final del beso, juntamos nuestras frentes; yo tenía los ojos cerrados.
Suspiré una vez y los abrí, viéndolo a los ojos.
- Jake, necesito encontrar a Ethan.
Me cubrió con sus brazos y hundí mi rostro en mi pecho.
- Lo sé Nessie – suspiró – lo sé…




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Sueños que van en bolsas de hielo, amor...

FINALLY!!! Estoy TOTALMENTE libre de los malditos exámenes!!
I'm soo fucking happy! :DDDDD

Creo que saben lo que eso significa ciertoooo???
Demoniooos!! en este verano el BLOG CUMPLE UN AÑO!!!
aaah!! la vida me sonríe :))
Espero que para ustedes también! ;)

Los dejoo
Biie. Se cuidan

lunes, 7 de junio de 2010

Central Park. Cap. 67

"Central Park, donde los círculos de hadas se reúnen y las chicas semi-vampiro huyen cuando tiene problemas en casa..."
Reneesme Cullen.



- Quita esa cara – me pidió Jacob dulcemente mientras acariciaba mi mejilla.
No contesté.
El viento soplaba frío en Central Park.
Los niños corrían de arriba abajo por las construcciones de piedra vistiendo sus galas otoñales. Claro, es la Cuidad de la Moda, ¿qué te puedes esperar?
Aunque estábamos relativamente lejos del lago, podía escuchar a los patos chapoteando en las aguas mansas; mientras que otras personas paseaban tranquilamente en alguna balsa rentada.
Me arrebujé más en contra de mi abrigo azul eléctrico, pero no por que tuviera frío, si no en señal de renuencia a contestar.
- Nessie – me llamó Jake. Con dos dedos tomó mi barbilla y giró mi rostro; obligándome a verlo. – No te creo que de pronto encontraste increíblemente interesante esa piedra.
Su voz era tan dulce como un algodón de caramelo.
- Las piedras son mi nuevo hobbie. – le contesté mentalmente cuando tomé su mano.
Mi voz era seca. Sabía que no debería de estar enojada con él, pero a veces era muy difícil crear barreras entre mi familia y Jacob, ya que Jacob es como mi familia.
- Resultaría un poco morboso que yo fuera pariente directo tuyo, ¿no crees? – dijo con tono pícaro mientras me daba un beso en la mejilla.
No pude evitar reírme por lo bajo.
Pasarle accidentalmente mis pensamientos a Jake era agridulce. Dulce por que no quería guardar ningún secreto hacia él; pero agrio por que aún así necesitaba tener mi propio espacio, donde nadie pudiera acceder a mi alocada mente.
Supuse que se me iba a pasar… o que debería de empezar a poner más atención en que mis pensamientos se quedaran exclusivamente en mi cabeza, y no anduvieran pululando en las mentes de los demás.
Suspiró pesadamente ante mi falta de ánimo y volvió a sentarse mirando hacia el frente.
Aunque seguíamos tomados de la mano, sentí esa punzada de culpabilidad.
Me pasé mis dedos entre mi cabello y dije:
- No estoy enojada contigo.
- Lo sé – se limitó a responder.
Su voz era neutral.
Su tono me dejó confundida y no supe que más decir.
El viento sopló más fuerte; me llenó los pulmones y aplaqué esas ganas de llorar.
Sabía que no era justo portarme así con Jacob. Mi comportamiento no tenía justificación.
Si me enojé con mi familia, debería de ser exclusivamente con ellos, me dije.
- No estoy del todo acuerdo – susurró Jake. Esta vez le había transmitido mis pensamientos intencionalmente.
Un signo de interrogación se dibujó en mi frente.
- Vamos te lo explicaré.
- Está bien – respondí un poco confundida.
No quería regresar a la casa que habíamos rentado, pero supuse que eso no haría falta decírselo a Jake, a veces sentía que él me conocía mejor de lo que yo a mí misma.
Nos paramos de la banca de metal y comenzamos a caminar hacia una de las salidas literales de Central Park.
Las ramas de los árboles estaban desnudas y el suelo tapizado por hojas amarillentas y anaranjadas.
La mejo época del año estaba comenzando.
Aceleré el paso caminé junto a Jake. Su compañía era lo único que deseaba en el mundo.
La primera vez que visité Nueva York tenía un año y medio, per claro, parecía tener ocho años humanos.
El primer lugar que visitamos fue éste, Central Park.
Sólo había visto árboles tan grandes y frondosos en un lugar: Forks.
En cierto modo, estar en Central Park me hacía sentir en casa, protegida.
Jugaba entre los arbustos e imaginaba que círculos de hadas se reunían allí cada noche. Por que, si existían los vampiros y licántropos, ¿por qué no hadas o duendes?...
Por fin dejamos atrás esa hermosa masa de árboles con ramas desnudas y niños jugando alegremente.
La verdad no me importaba mucho a dónde íbamos; mientras estuviera con Jacob, estaría bien.
Al final llegamos a una cafetería.
El estilo arquitectónico era de los años cincuentas, y estaba pintado de un rojo escandaloso.
- ¿”Josey’s Coffe? – pregunté mientras leía el nombre de la pequeña cafetería.
- Te gustará – me aseguró Jake con una sonrisa gigante.
Le devolví la sonrisa, aunque con un poco menos de entusiasmo.
Entramos y no pude evitar que en mi rostro apareciera una deslumbrante sonrisa.
Toda la cafetería se había estancado en los años cincuenta.
Se veía auténtica, no como si un grupo de sondeo lo hubiera ambientado.
El suelo de linóleo era de cuadrados negros y blancos. Había una barra con bancos altos. Incluso una máquina en la que depositabas veinte centavos, elegías tu canción y tenías música para todos.
Jake me miraba complacido.
Sabía que habíamos venido justo ahora para mejorar un poco mi estado de ánimo.
Le dí un dulce beso en la mejilla.
- ¿Cómo supiste de éste lugar? – le pregunté mentalmente mientras estaba hecha una euforia.
- Vagando – contestó encogiendo los hombros.
Jake me indicó que tomáramos una mesa que estaba en la esquina. Supuse que quería privacidad.
Ambos ordenamos una malteada y mi estado de ánimo subió unas rayitas al ver que todavía la servían en vasos cónicos de vidrio grueso.
- Jake, ¿a qué te referías cuando dijiste que no estabas muy de acuerdo en qué mi enojo debería ser exclusivamente hacia mi familia?.
Lo pensó unos segundos.
- Bueno, - su tono era precavido – tu familia no respondió a tus preguntas por que… yo se los pedí.
- ¿Qué? – dije confundida.
- Bien, cuando despertaste y pudiste ponerte en pie, solicitaste una pequeña reunión familiar para que te explicáramos…
- Si, sí recuerdo eso. No tengo amnesia. – dije un poco irritada. Sabía que había algo detrás.
- Yo se los pedí. – respondió.
- ¿Pedir qué? – pregunté confundida.
- Que no respondieran a tus preguntas.
La respuesta me cayó como un balde de agua. Las ideas y pensamientos chocaron estruendosamente en mi cabeza, dejándome aún más confundida.
Abrí la boca tratando de decir algo, pero nada salió de ella.
El corazón aceleró su ritmo; sabía que había algo detrás de esa petición.
- Respira Nessie. – dijo Jacob mientras ponía su mano en mi mejilla.
El simple contacto con su piel me relajó. Tomé una bocanada grande de aire para tranquilizarme.
- ¿Por qué les pediste eso? – pregunté con un hilillo de voz.
- Por que yo quiero ser el único que pueda explicarte todo, para acabar con esto de una vez por todas. – su voz era totalmente seria y decidida.
“Para acabar con esto de una vez por todas” sus últimas palabras resonaron en mi mente.
Ethan. Él forma parte de eso que Jake quiere que dejemos atrás. Fue en lo único que pude pensar…



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Lo siento. Las cosas no fueron como lo esperaba así que por eso terminé el cap hasta hoy..
Esta semana son los exámenes semestrales ¬¬
Los odio! D:
México le ganó a Italia!!! si, ya tiene tiempo que pasó el partido pero yo sigo emocionada.
Ese día fue HISTÓRICO. La primera vez que le ganamos a un campeón MUNDIAL ;)). Si se puede!! ahora vamos por el mundial!!!! XD hehe
OK.OK. Me dejo de patriotismo (por ahora) XD
Espero que disfruten el cap. ;))
Besos.

martes, 1 de junio de 2010

Despertar Cap, 66

Estiré los brazos para alcanzar algo, cualquier cosa, que me sostuviera a esa realidad, por que por horrenda que fuera, ya había estado sumergida en la oscuridad, y prefería cualquier cosa por encima de esa sofocante negrura…

Jacob’s POV

Era tan perfecta.
Su piel brillaba tenuemente a los delgados rayos del sol que entraban por la ventana.
Me pregunté una vez más cómo había sobrevivido tanto tiempo sin ella.
Y una vez más no pude responderme a esa pregunta.
Se veía tan frágil. Como si en cualquier momento se fuera a evaporar e irse para siempre.
No, gruñí en mi interior. Ya la había perdido demasiadas veces, no iba a permitir que pasara de nuevo.
Tuve que apretar los dientes para no romper algo de esa elegante habitación.
Era ella el sentido de mi vida. Mi vida empezó la primera vez que la ví.
Había cambiado por ella, y no me lo lamentaba. Ya no era el Jacob Black que corría desolado por los lluviosos bosques lamentándose por un amor no correspondido, peleando hasta el fin en una guerra ya perdida.
Su amor me había transformado y dado otro enfoque de la vida. No sabía si alguien algún día entendería eso.
Allí donde antes había estado una costra de sangre sólo quedaba un pulcro vendaje, hecho a la perfección por las expertas manos del Dr. Colmillos.
En su suave mejilla sólo quedaban tres líneas de ese feo color rosa pálido; indicador de que las heridas empiezan a cicatrizar.
Me aferré al brazo de la silla cuando el recuerdo llegó a mi mente, en contra de mi voluntad.
No era nada fácil verla de ese modo. Tan apagada y… triste.
Carlisle me decía que tuviera paciencia, pero las ansias de tenerla de nuevo entre mis brazos me estaban comiendo vivo.
Me empezaba a preocupar.
Edward había estado hurgando en su mente un buen rato, pero no había encontrado nada que nos pudiera decir si mejoraba.
Tomé su pequeña mano con suavidad entre la mía. Le dí un pequeño apretoncito, teniendo esperanzas de que me lo devolviera.
No pasó nada.
Un capullo de pánico y otra maraña de sentimientos encontrados se abrieron en mi pecho.
Todo esto era mi culpa. Si no hubiera dejado sola a Nessie en el bosque, no me hubieran capturado, si no m hubieran capturado, ella no se habría entregado para salvarnos, no hubiera conocido a la sanguijuela de Ethan, y no hubiera terminado con miles de tubos ensartados el los brazos.
Las lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos. ¿¡Cómo pude ser tan estúpido?!.
Apoyé mi cabeza en su regazo con la leve esperanza de recordar los buenos tiempos.
Las lágrimas parecen simples gotas de agua salada, pero duelen casi tanto como una puñalada.
Un leve temblor me sacó de mis pensamientos.
Corté el flujo de lágrimas y me quedé quieto allí donde estaba.
Otro leve temblor.
Alcé el rostro y vi las preciosas facciones de Nessie crispadas en un gesto de angustia, pero con los ojos aún cerrados.
Sus párpados se movían a una velocidad increíble. Estaba soñado; intuí que no era necesariamente un hermoso sueño.
Intenté volver a tomar su mano, pero éstas estaban fuertemente cerradas sobre las delgadas sábanas. Sus nudillos estaban blancos de la fuerza.
Tomé su frágil rostro ente mis manos.
- ¡Nessie! – dije, muy cerca de ella.
Lo volví a repetir un par de veces, pero sólo logré que se inquietara más.
Su pulso y respiración comenzaron a acelerarse…


Nessie’s POV

La espesura me estaba tragando y en menos de un suspiro un rayo de luz me cegó y me encontré despierta.
Boqueaba desesperada en busca oxígeno que me librara de la oscuridad.
Mis ojos ya se habían acostumbrado a esa negrura y verlo ahora con tanta luz me lastimaba los ojos.
Intenté girar mi rostro pero había algo que me detuvo: unas cálidas manos.
Giré mi rostro y ví como él me miraba con ojos preocupados y desconcertados. Parpadeé un par de veces. Nos miramos un rato sin decir nada mientras mis pensamientos se ordenaban y lograba que mi respiración volviera a ser acompasada.
Su piel cobriza seguía siendo igual de hermosa que como siempre la había recordado, aunque pensándolo bien, mi memoria no le había hecho justicia a esas facciones tan perfectas para mí.
Allí donde esos grandes ojos marrones me seguían mirando desconcertados había medias lunas de un tono amoratado. Los labios carnosos descansaban en una extraña posición, una mezcla de alegría y tristeza.
Intentaba convencerme de que no era un sueño.
- Jake. – susurré.
Él pareció relajarse, o al menos eso pareció.
Dejó caer sus manos con un gesto cansado y en cuanto perdí contacto con su piel, la alarma de pánico se disparó dentro de mí.
A pesar de no haberlo visto durante meses, no se me había olvidado aquella tarde cuando había tomado su corazón, lo había roto en pedacitos y por si fuera poco, lo había pisoteado unas cuantas veces.
- Jacob no -supliqué por lo bajo mientras tomaba una de sus manos. La acuné entre las mías y la jalé a mi pecho, como si sostuviera lo más preciado de mi mundo… y así era. –Jake, sé que cometí muchos errores pero lo bueno es que… no los cometo dos veces. Lo siento.
Apreté más su mano, con miedo de que si la soltaba lo perdería por siempre. Lo miré unos segundos con ojos suplicantes mientras las expresiones en su rostro vacilaban.
Sentía que me empezaba a quebrar por dentro. Nunca me perdonaría haber hecho sufrir a Jake en un patético intento de salvarle la vida y mucho menos me lo perdonaría si él me negara en su vida.
- Más te vale que no los cometas dos veces, pequeña – dijo mientras tomaba mi rostro entre sus cálidas manos, con nuestras aún entrelazadas. Estábamos muy cerca; su aliento me embriagaba. No sonaba para nada amenazador si no más bien… al fin tranquilo. – Pero si te vuelves a equivocar… yo siempre – recalcó la palabra- estaré para ti con los brazos abiertos.
Se rió quedamente y no me quedó más me imitarlo.
Con las mano que teníamos entrelazadas empujé su rostro un poco hacía mí.
Cuando nuestros labios se tocaron, una electrizante corriente nos atravesó. Tanto tiempo un sin el otro y ahora sentía que lo necesitaba más que nunca.
Jamás había disfrutado tanto sus labios y su aliento como ahora.
A pesar de mi excesivo entusiasmo, nuestros labios se mostraron cálidos y dulces. Ambos en sintonía.
Como si nunca nos hubiéramos separado, como a partir de ese momento sería…



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Lo siento por tardarme tanto, pero al fin tooodas las cosas qe tenía que haces han acabado!! :DD Sólo queda darle un repaso a las libretas para los semestrales ;))
Gracias por su comprención y paciencia.
Me gustaría decirles algo más pero hoy no fué precisamente mi mejor día...

Vale. Nos vemos.

Escuchando: The Middle - Jimmy Eat World