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Hey, ¡Espera! – dije para después pararme del banco de piedra y salir tras de él…
Seguía temblando y al levantarme, mis piernas estaban débiles por lo que me caí un par de veces, llenándome el pantalón y las manos de polvo.
Ethan corría tan rápido que apenas y distinguía un borrón oscuro.
- ¡Ethan detente! – le grité mientras seguí corriendo tras él.
Los pasillos de los Vulturi eran tan largos y enredados como los de un laberinto. Algunos tenían el piso desnivelado y piedras desgastadas por el paso de los años que te hacían caer.
Por alguna razón después de ese “incidente” con el vampiro que se había colado, me sentía en peligro todo el tiempo mientras corría, era como si alguien me estuviera viendo.
Me empezaba a arder el pecho de tanto que había corrido, y justo cuando pensaba en darme por vencida, la figura de Ethan se paró en seco. Necesité de algunos pasos más para bajar la velocidad y llegar caminando hasta a él.
Me detuve hasta que estuve a unos 30 cm de él, pero antes de que pudiera decir algo, él se volteó bruscamente y dijo:
- ¿Qué quieres? – su voz destilaba una extraña mezcla de ira y dulzura.
Su cortante tono de voz me desconcertó, ya que, las palabras pueden mentir, pero las miradas nunca; y la suya era de total nostalgia por algo o por alguien…
Ethan encarnó una ceja, intentando que respondiera.
- Y-yo sólo te quería dar las gracias. – susurré, todavía desconcertada.
- No me des las gracias, sólo evita tener que estar salvándote.
Ahí fue cuando todo el desconcierto se me pasó de sopetón y le dio paso a el enojo.
- ¿Perdón? – dije, mientras empezaba a hervir por dentro.
- Que no quiero estar salvándote todo el tiempo.
- ¡¡Yo pude haberme defendido sola!! Y, ¿todo el tiempo?, sólo ah sido una vez. – el tono de mi voz subió algunas octavas.
- Estabas aterrada, apenas y podías respirar, ¿cómo ibas a defenderte?
- Y-y-yoo… - balbuceé patéticamente.
- Y si, ah sido más de una vez.- continuó - Por ejemplo, cuando Aro estaba apunto de arrancarte la cabeza o cuando convencí a los demás de que no mataran a tu familia – al recordar lo último sentí como mi corazón se estrujó violentamente.
Sentí como si se empezara a abrir un hoyo en mi pecho, cada vez más grande a cada segundo que pasaba.
Cerré los ojos para contener las lágrimas.
- Oh, no. – escuché que susurraba Ethan – Oye, ehm… lo siento- dijo mientras ponía una mano en mi hombro – no quería… lastimarte, creo que me sobrepasé. Lo siento.
Me sorprendió tanto su repentino cambio de humor que, sorprendida, abrí los ojos y aunque algunas lágrimas habían escapado de mis ojos, pude ver con claridad la sinceridad de su disculpa.
- ¿Qué? – dijo, después de que lo observé durante unos segundos.
- N-nada, sólo que… ¿por qué cambiaste de humos tan rápidamente?.
Mi pregunta lo tomó por sorpresa, pareció dudar unos segundo pero después dijo:
- Hay, demonios. Se supone que no debería de estar diciéndote esto, es más se supone que ni siquiera debería estar contigo ahora, me lo prometí a mí mismo…
- ¿Te lo prometiste?
- Mantenerme alejado de ti.
- ¿Por qué?
- Por alguna extraña razón, siento esta … necesidad de cuidar de ti y asegurarme de que estás bien. – confesó.
- Oh…
De repente me sentí mal por haberle gritado, al final de cuentas, el sólo quería protegerme.
- ¿Y por qué tienes que mantenerte alejado de mí? – las preguntas salían sin cesar de mi boca.
Ethan hizo una mueca de dolor, y deseé no haber preguntado eso. Con esa mueca de dolo siguió mirando hacia el suelo durante unos segundos, como si estuviera deliberando decirme o no algo. Estaba a punto de decirle que no era necesario decírmelo, cuando por fin habló:
- Yo… no lo sé. . dijo, pero había algo en su voz que me decía que no era toda la verdad.
Aún así no lo quise presionar.
- Bueno, … gracias … de nuevo – le dije mientras trataba de esbozar una sonrisa.
- Fue todo un placer – dijo mientras imitaba a un caballero y tomaba mi mano para rozarla con sus labios.
Ambos reímos.
- ¿Y no sabe a mal? – me preguntó Ethan mientras me entregaba un paquete de galletas saladas.
- No. – dije mientras las abría – Pruébalas.
Extendí el paquete abierto hasta donde estaba y él me miró recelosamente.
El viento sopló fuerte en la pequeña terraza de la torre Sur del castillo de los Vulturis; alborotando mi cabello y el de Ethan.
- Hace más de cincuenta años que no como comida humana. – dijo mientras entrecerraba los ojos.
Aunque los ojos de Ethan eran de un color rojo intenso, no me asustaban. Había algo cálido en ellos, algo que me hacía sentir protegida, incluso en mis momentos más oscuros.
- ¿¿Y desde ese entonces no has probado nada?? – pregunté sorprendida, ya que la mayoría de los vampiros “civilizados” se habían visto atrapados por la curiosidad humana y habían sido obligados a probar comida humana, delante de otros humanos, para hacer creer que eran humanos.
- No.
- Bien, pues ésta será tu primera prueba de comida humana en tu vida vampírica. – le dije mientras movía el paquete en la cara.
Me siguió mirando recelosamente.
- Oh ¡vamos!. Sólo una. – le sonreí para infundirle valor.
Él sólo rodó los ojos y sacó una galleta del empaque. Sin pensarlo dos veces se la metió a la boca y empezó a masticar.
Segundos después había galleta a medio masticar por todo el piso.
- ¡¡Sabe a tierra!! – me dijo mientras hacía una cara de asco e intentaba limpiarse la lengua.
No pude hacer más que reírme debido a sus gestos.
- ¡¡No sé cómo te gusta eso!! – gritó.
- Eso es lo bueno de se una semi-humana - le dije mientras sonreía – y aunque prefiero la sangre, esto no está nada mal.
Y a que los Vulturis no comían nada más que sangre humana – y yo no quería participar en eso -, decidí que me alimentaría sólo de comida humana. Se podía sobrevivir con eso.
Ethan me sonrió cálidamente.
Aunque sólo había pasado un poco menos de una semana y media desde que Ethan y yo hablamos por primera vez, ya nos habíamos convertido en muy bueno amigos. Al estar con él sentía una confianza instantánea, como si nos hubiéramos conocido desde hace años y apenas nos hubiéramos vuelto a reencontrar. Me sentía tan protegida con él como cuando lo estaba con … Jacob.
Sentí un ramalazo de dolor cuando lo recordé, y aunque intenté disimularlo, Ethan era muy observador.
- ¿Qué pasa? – dijo.
- N- nada – me apresuré a decir mientras intentaba componerme.
- Es por él, ¿cierto?
Bien sabía a quien se refería.
- No. – mentí.
- Bueno, como quieras – dijo, él ya sabía que yo había sacado la misma vena sadomasoquista de mi mamá – Tengo una idea para distraernos. – lo miré expectante mientras
intentaba volver a meter todo esos sentimientos dentro de su caja – Juguemos a verdad o reto …------------------------"Just set them up to knock them out"Starstrukk - 3oh!3 & Katy Perryhola!! ^^ lo siento x publicar hasta ahora, pero tengo una bebé que cuidar.Tiene mes y medio, se llama Sam y es de color negro [adivinen x qe le puse asi? XD].Es mi nueva perrita, y al parecer tener un cachorro es parecido a tener un hijo.Les estoy preparando su regalo del día se Sn. Valentín. Espero que esté listo ára mañan o el Domingo ^^Eh leído algunos comentarios y en respueta a unos cuantos sólo tengo que decir: SI LEO SUS COMENTARIOS y si no me queren creer... allá ustedes ^O^.También uno que decir que no le eh agradecido a una chica que me "dió" la idea de los Vulturis. Bien, sólo qiero decirles que io ya tengo tooooda la historia en borrados (sólo los puntos generales más importantes), incluso tengo una libreta. Así que ya sé lo que va a pasar desoués de esto, y aquello etc. Así que porfavor no se ofendan si no les "agradezco". Y si pusieron algo en los comentos y unos capitulos despues apareció en el blog, bueno ... supongo que las grandes emntes piensan igual ^^Bueh, con eso me despido. Besos !No se olviden de visitar mi otro blog.Los blogs + pedidos.Los blogs + pedidos.Los blogs + pedidos.Los blogs + pedidos."I used to be love drunk, now I'm hangover."Love Drunk - Boys like girls