jueves, 29 de octubre de 2009

¿Más que amigos?.Cap.26

Hola :D esta entrada es de rapidito, sólo para copiar y pegar de Word XD x eso no pude publicar los premios que me han dado pero en la prox. entrada si los pongo bYe besos!



Una tenue luz blanquecina que entraba por la ventana hizo que despertara.
Me rodé en la cama en busca de los cálidos brazos de Jake, pero no estaban. Asustada me senté rápidamente en la cama sólo para ver como un pequeño pedazo de papel volaba de la cama. Miré a mi alrededor y al parecer estaba yo solo en mi habitación. Recogí el pedazo de papel de suelo y lo leí detenidamente:

“Lo siento por no quedarme toda la noche, a parte de que seguramente no hubiera podido resistir a la tentación, la manada y los Cullen me necesitaban. Asuntos de los Olivier, ya sabes.
Te amo
Jake”


Doblé la nota y la puse en mi mesita de noche, seguramente estaría en la casa principal así que decidí ir a buscarlo. Me metí al baño y me bañé, escogí un suéter largo color negro ceñido al cuerpo con unos mallones grises y botas negras sin tacón. Empezaba a hacer frío, y aun que yo no tenía frío como los demás humanos, debíamos guardar las apariencias. Me recogí el cabello en una trenza francesa suelta y salí de la pequeña cabaña en dirección a la gran mansión.
Un murmullo de voces llegaba de la casa principal. Pude reconocer algunas: Papá, Carlisle, Jake, Mamá y … ¿¡Damián?!.Creía que los Olivier ya se habían ido.
Apresuré el paso y en unos segundos crucé el umbral de la puerta.


-Pero Edward – rezongaba mamá – soy la única que puede ir sin que descubran a Lucas.

- Bella, sabes que no te voy a dejar ir sola, es muy peligroso.

-Por favor, déjennos ir a nosotros, si morimos será lo menos que podremos recibir por todos los problemas que les hemos causado. –decía Damián.
Alguien bufó inconforme.
Entré silenciosamente y ví que en la sala se reproducía lo que parecía ser una discusión. Damián y Joss estaban de un lado con cara de tristeza y a su lado derecho estaba mamá con cara de enfado , enfrente de ellos estaban papá y Carlisle , los cuales parecían tener dos conversaciones a la vez, una mental y otra dirigida a todos los demás.

-Una opción podria ser que de nuevo vinieran los Vul…

- Que ni se te ocurra decirlo Sam – gruñó papá.

Adiviné hacia dónde iban los pensamientos de Sam: que los Vulturis volvieran. Pero ¿volver? ¿Para qué?. El recuerdo de los ojos color amenazantes color borgoña y las capas negras flotando alrededor de ellos hizo estremecerme.
Jake lo notó.

- No pondré en riesgo a Ness – le dijo a Sam con brusquedad, mientras se paraba de su asiento y se dirigía hacia mí, para después cubrirme con su cuerpo, como si me protegiera.

Aprovechando que me tomó de la mano pregunté mentalmente:
¿Qué pasa?

Pareció dudoso de decirme y cuando al parecer se decidió por decirme papá habló:
-Necesitamos decirle a los Vulturis de los Cazadores de Impuros – escupió la última parte, al parecer la idea de que hubiera una organización especial para matar vampiros le parecía tan repugnante como a mí. – pero no podemos permitir que vengan de nuevo y tampoco podemos dejar que los Olivier por que verían a Lucas y la historia de hace diez años se repetiría de nuevo.

Un silencio sepulcral reinó la sala por unos segundos.
- Que tú vallas no es una opción Alice – respondió papá a algún pensamiento de Alice – tu eres la joya que Aro quiere, y seguramente encontrará algún motivo para retenerte.

-¿Me podrían explicar todo lo que pasó mientras estaba agonizando de dolor? – pregunté desesperada.

Me habían prometido respuestas, y respuestas era lo que planeaba obtener. Todos excepto papá se sorprendieron por mi brusquedad.

-Pues … emm – empezó papá- por suerte llegamos a tiempo y ..

-Matamos a esos psicópatas que querían matarte a ti y a Lucas. – anunció orgulloso Emmett, como si matar vampiros fuera algo de que presumir.
Papá le dirigió una mirada envenenada.

“ Bueno, al menos me dijeron la verdad “ – pensé, intentando suavizar las cosas.

-¿También a Damon? – pregunté, con un hilo de voz, mientras recordaba lo que había pensado que serían mis últimos segundos de vida, con la cara de Damon a unos centímetros de mí y con sus ojos completamente negros.
Papá se estremeció conmigo ante el recuerdo.

-La estúpida sangujuela escapó. – dijo Jake.

Ahora todo tenía sentido, Damos estaba suelo, probablemente le había dicho a alguien más de su “organización” y ahora estarían tras de nosotros, por eso los Vulturis tenían que tomas cartas en el asunto. También por eso los Olivier tenían esa cara, al parecer ellos sí habían considerado a Ian y Bianca como parte de la familia.

La discusión siguió hasta el punto donde se decidió que Mamá, Papá, Carlisle y Esme, viajarían hasta Volterra para dar aviso a los Vulturis.

-¿Bueno, y que van a hacer ustedes? – les pregunté a los Olivier bueno, a lo que quedaba de ellos.

-Lamento decirles que, no nos podemos quedar aquí, les hemos causado demasiados problemas. –admitió Damián.

-Si esa es su elección, adelante pueden irse. – dijo Carlisle.

-Creo que lo mejor será que nos vallamos ahora. – dijo Joss levantándose del asiento.

Una serie de efusivos abrazos y despedidas tuvo lugar en aquella sala.
Alice y Joss prometieron seguir manteniéndose en contacto para compartir su obsesión por la moda, Carlisle y Damián – los cuales al parecer habían entablado una amistad- prometieron que pronto se visitarían mutuamente y así algunos promesas más.

Con un un gesto de la mano despedí a los Olivier desde el umbral de la mansión mientras ellos se echaban a correr para adentrarse en el oscuro bosque.
- Creo que a esto se referían Edward y Alice cuando dijeron que “algo iba a salir mal”. – me dijo mamá por detrás mientras yo seguía parada en el umbral.

-No fue tan malo. – le mentí.

- Vamos, las dos sabemos que sí fue malo, en especial cuando creíste perder a Jake.

Se me estrujó el corazón ante ese recuerdo y la sensación que trajo con él. No pude decir nada en mi defensa.
- Déjenme terminar al menos este año ¿si? – le rogué a mamá.

“Después los convenceré de otro y luego de otro más” – prensé malévolamente.

- Sólo vas a terminar este. – puntualizó papá, el cual había escuchado mi plan mental.

-Está bien, está bien. – acepté.

Me desperté más temprano de lo usual la mañana siguiente, ví por la ventana y estaba lloviendo, asi que para vestirme tomé un pantalón negro entubado, una playera de manga larga gris con algunos decorados negros y unas botas impermeables negras.

Llegué a la escuela junto con Claire – la cual ya estaba informada de todo lo que había pasado en los últimos días.- y desesperó un poco caminar bajo la lluvia a paso humano, hubiera preferido correr a un paso más ... vampírico.
Entré al cálido salón de Lengua, y el aroma de todos esos adolescentes hizo que me ardiera un poco la garganta. Tomé asiento en mi lugar de siempre. Chris entró al salón y en vez de saludarme amablemente y sentarse junto de mí , como usualmente lo hacía, se limitó a mirarme hostilmente y a sentarse a unas bancas lejos de mí.

Estaba confundida. Él era el único amigo humano que tenía, se podría decir, y ahora por alguna extraña razón estaba enfadado conmigo.
Esperé pacientemente a que terminara la clase y al salir lo intercepté en el camino.

- Hola – intenté saludarlo lo más normal posible.
Sólo me respondió con una sonrisa forzada y siguió su camino
- Hey, espera

Cuando lo alcancé dije:
- ¿Por qué estas enojado conmigo?

-No estoy enojado contigo, más bien conmigo mismo.

- ¿Qué?¿Por qué?.

- Lo siento no debería estar contándote esto pero fui un estúpido al crearme tontas ilusiones sobre de que tu y yo … - dejó incompleta la frase, pero después siguió – y cuando le dijiste a Ivanna que ese fortachón de La Push era tu novio yo …

Me quedé helada. Ni por la cabeza se me había pasado el pensar que Chris me veía como algo más que amigos.

- ¿Tú me veías como algo más que amigos? – pregunté con un hilo de voz.

- Si –admitió un poco avergonzado – pero la verdad, no pierdo la esperanza.

Mi cabeza no acaba de comprender el significado de esas palabras cuando él ya había puesto su mano derecha en mi mentón.

Pude escuchar cómo el latido de su corazón aumentaba, quería escapar de allí, pero mis pies estaban pegados al suelo.
Puso su mano libre sobre mi espalda mientras me jalaba hacia él, nuestros labios estaban a unos centímetros, entonces…

lunes, 26 de octubre de 2009

¡Quédate conmigo!.Cap.25.

Demonios lo sé! probablemente quieran matarme!. Pero en fin aquí está la entrada ^^. Iba a publicar el viernes mp. - http://unhermosorayodeluz.blogspot.com/ Su blog esta BUENISIMO - está de testigo XD pero una amiga me llamó para una fiesta y ya saben quién se puede resistir a un buena fiesta? XD el Sábado tuve Pista de cuidad de los Scouts y estuve ocupada toda la mañana y tarde y el Domingo fui a que me hicieran mi disfraz de m&m, leyeron bien m&m! verde, lo sé yo también lo amé XD bno ya no las entretengo XD Besos.



- ¡¡Quítale las manos de encima asqueroso chupasangre!! –rugió ferozmente una ronca voz que venía de lejos.
Jacob. Mi corazón empezó a palpitar más y más fuerte cada vez. Jacob. Había venido por mí, no lo iba a perder. Sonreí ante esa afirmación, a pesar el incesante fuego que seguí corriendo por mis venas.
Las pesadas patas de los licántropos y las rápidas pisadas de mi familia se oían cada vez más cerca.
Un recuerdo llegó a mi mente: La súbita desintegración del pequeño pajarillo.
¡No!. No, no, no Jacob podía desaparecer en menos de un suspiro, y mi familia. No.
La angustia recorrió mi cuerpo, doblándole las fuerzas a las intensas llamas.
Mi familia y los licántropos eran más que ellos pero, ellos eran mucho más poderosos.
- ¡Jake, no! – logré gritar con voz ahogada.
Las pisadas de los licántropos parecieron dudar, pero al final siguieron corriendo hacia su objetivo.
- ¡No Jake, no! – balbuceé por lo bajo.
El miedo y la angustia me estaban consumiendo. Apreté los ojos lo más fuerte que pude intentando ignorar las feroces llamas que lamían mi cuerpo y recordando los momentos que Jake y yo pasamos juntos. ¿Qué caso tenía seguir viviendo si el motivo de mi existencia ya no estaba?
Varios sonidos similares a los de rocas chocando entre sí me desconcentraron. Fue como si todo el dolor que pude retener se me viniera encima todo junto.
Un aullido de dolor se me salió. Sentía cómo me retorcía sobre el pasto y la lluvia me mojaba la cara. Si Jake iba a morir , entonces yo también.
- ¡¡Mátame ya!! – grité con todas mis fuerzas.
Pude escuchar como a alguien se le cortaba la respiración.
Dejé de sentir los fríos dedos de Damon en mi mandíbula.
Se escuchaban gruñidos alrededor de mí, también se escuchaba un sonido similar a el de una placa de metal rompiéndose y chirriando.
Me estremecí ante el sonido.
El dolor y el incesante calor que había hecho desear la muerte anterior mente comenzaban a disminuir lentamente.
- ¿Ness? Oh Ness, ¿estás bien?
- Llévatela – ordenó feroz mente Edward.
Sentí los cálidos brazos de Jake que me tomaban del suelo y me cargaban.
- Ahora sí. – le respondí a su pregunta.
Se rió ligeramente y me besó en la frente.

Después de una hora de camino en el suave lomo de Jake llegamos a la mansión.
- Creo que deberías ir a dormir un poco – dijo mamá mientras me acariciaba el rostro.
- No. Quiero saber lo que pasó ¿Cómo lograron atravesar el escudo de Justin?¿Mataron a todos?¿Les hicieron daño?¿Cómo …?
- Son muchas preguntas para una sola noche – me interrumpió Jacob mientras me ponía un dedo en los labios para que me callara. -¿Qué tal si mañana hablamos? – me propuso con una sonrisa radiante.
Me mordí el labio inferior y bajé la cabeza tratando de evitar de que me convenciera. Se dio cuenta de mi intención y con un dedo alzo mi rostro por la barbilla. Sonrió tan encantadoramente que sólo balbuceé patéticamente una respuesta afirmativa.
Fuimos hasta la pequeña cabaña a unos kilómetros de la gran mansión. Abrí la puerta pero , Jake en vez de entrar y acompañarme a mi cuarto se quedó parado en la puerta y dijo:
- Ehhm … yo ya me tengo que ir, tenemos que hablar que vamos a hacer con los Olivier..
- ¿Qué? No, ¡No! Quédate conmigo!!
- No puedo, en verdad.
- ¡¡NO!! ¡Por favor, por favor!
Unas lágrimas cristalinas se resbalaron por mis mejillas .No. Estuve a punto de perderlo ese día, no quería que se separara de mí.
- ¿Qué pasa? – dijo al notar las lágrimas.
- Es que … no sabes lo que sufrí pensando que morirías.
Más lágrimas rodaron por mis mejillas.
Suspiró.
- Tampoco sabes lo que yo sufrí Ness, estuve apunto de arrancarle la cabeza a esa estúpida sanguijuela cuando ví que te tocaba..
Su frase quedó incompleta por que unos fuertes temblores comenzaron a sacudir su cuerpo. Lo apreté más contra mí y nos temblores cesaron.
- Eres mi centro de gravedad Ness, lo que mantiene pegado a la Tierra. La razón por la cual despierte cada mañana.
Me quedé impactada por sus palabras. Jake siempre era directo, si sentía que me quería, me lo decía sin rodeos, en este caso hubiera dicho: Te amo.
No pude hacer más que quedarme viéndolo como tonta, mientras procesaba sus palabras.
- ¿¿Ness?? , Hay no ahora que hice.¿Nessie, estás bien? – dijo con ojos preocupados mientras me sacudía por los hombros – Mejor le llamo a Carlisle.
- No, estoy bien – le aseguré mientras lo agarraba por el brazo para que evitara irse – Sólo que un poco … sorprendida.
Jake rió ligeramente y dijo:
- Si lo sé, yo tampoco sabía que podía ser tan cursi. Creo que todo esto de estar apunto de perderte me afectó. – una gran sonrisa iluminó su rostro.
No pude evitar que una sonrisa iluminara también el mío.
Bajó su rostro hasta la altura del mío, quedando a unos centímetros nuestros labios, entonces susurró: “Te amo”, para después poner suavemente sus labios contra los míos. En pocas palabras fue fue un beso dulce y perfecto. No digo que lo demás besos hayan sido malos, si no que cada uno de ellos fue perfecto, a su modo, no había punto de comparación entre un y otro, todos tenían diferentes facetas y diferentes sabores que hacían que se me pusiera la piel de gallina.
Al separar mis labios de los suyos le dije. “Yo también te amo”.
Un sonrisa resplandeciente apareció en su rostro, igual que en el mío.
-¿Entonces … te vas a quedar acá? – le pregunté, todavía abrazada a su cuello.
- Las veces que tu quieras. – esbozó una sonrisa pícara.
- Sólo para dormir – aclaré.
- Hmmm .. – rezongó.
- ¿Sabes? Si mi papá se enterara de que tuvimos sexo y estuvieras en un radio de unos 40km. , no lo pensaría ni una vez para hacerte pedazos.
- Tienes razón … - aceptó – tiene que muy lejos de aquí.
Adiviné la dirección de sus pensamientos, así que, me solté de su cuello , agarré una almohada de la cama y le dí un almohadazo en la cabeza mientras le decía:
- Sólo duérmete.
Se metió entre las cobijas y en menos de un suspiro ya estaba a su lado.
- Buenas noches. – me susurró para después darme un beso en la frente.

lunes, 19 de octubre de 2009

¡Mátame!,¡Mátame ya!.Cap.24

"llegó más temprano de lo acordado” – las palabras resonaron en mi mente como campanadas que me aturdieron y me dejaron plantada en el suelo del la habitación.
No, no puede ser, yo contaba con más tiempo para nuestra escapatoria.
Mi corazón empezó a palpitar más rápido de lo normal, tanto que pensé que se saldría de mi pecho brincando como loco.
La puerta se abrió silenciosamente.


- Y bien .. ¿donde están? – una voz grave y llena de autoridad subió por las escaleras.

- Eh .. p-por allá arriba – dijo Bianca.

Cuatro pares de pies subieron por las escaleras.
Bum, bum, bum.
Cada paso sonaba más ruidoso que el anterior.
A cada segundo nuestra muerte estaba más cerca. Un escalofrío recorrió mi espalda.
Lucas me dio una palmada en mi brazo para hacerme reaccionar.
Parpadeé un par de voces y me situé junto a él.
Una figura alta cruzó el umbral y se situó muy cerca de nosotros.
Otro escalofrío.

Su piel era blanca como la cal, su cabello negro como el carbón el cual le llegaba a las orejas y estaba pulcramente peinado hacia atrás.
Sus ojos color sangre me penetraron.

- Muy bien, muy bien – susurró a los demás vampiros mientras posaba sus ojos en mí y en Lucas. Su voz era tan resonante como una campanada. – Pero antes de … proceder, tenemos que hablar. –dijo dirigiéndose a los vampiros que tenía detrás, los cuales se estremecieron estremecieron.

Se encaminaron a la salida de la habitación, era ahora o nunca.
- Eh .. esperen – dije con un hilo de voz, me aclaré la garganta.

Lucas me volteó a ver con los ojos como platos, al igual que Bianca, Ian y Justin, como si le hubiera faltado el respeto a alguien importante
- Necesito ir al baño

Justin volteó a ver a Damon , el cual asintió levemente, y después dijo:
- Espero que no se te ocurra escapar querida , por que podrías desaparecer muy rápido de este mundo.

Miró algo a través de la ventana y yo seguí la dirección de su mirada. Un pequeño pajarito color azul estaba posado tranquilamente en la rama de un árbol. En menos de un suspiro el pájaro se esfumó, quedando de él sólo algunas pequeñas partículas.

Otro escalofrío.
Me quedé helada y con los ojos abiertos como platos.
“podrías desaparecer muy rápido de este mundo.” En ese momento comprendí el sentido de sus palabras. Él hizo que ese pajarito se redujera a pequeñas partículas. Con razón le tenían miedo.

Me sonrió amablemente y en menos de un segundo habían desaparecido d la habitación.
Era demasiado real como para ser una pesadilla.
Sólo podía escuchar mi acelerada respiración.

- ¿En verdad tienes ganas de ir al baño? – preguntó Lucas, alejándome de mis pensamientos.

- Eh .. Si.

- “Obviamente no, es sólo una forma para tratar de escapar” – le dije mientras tocaba su mano. “No podemos hablar en voz alta, nos pueden descubrir

- Y ¿cómo se supone que yo voy a escapar? – susurró Lucas.

- “Tendré que matar a Justin”.

Lucas se mordió el labio inferior y asintió en silencia.
Caminé fuera de la habitación, como si estuviera buscando el baño , pero sólo estaba viendo que tan lejos estaba Damon.

Entré a una habitación y miré por la ventana. Un bosque se extendía ante mí. Seguramente no estábamos muy lejos de Seattle.

El efluvio de Jistin llegó a hacia mí, proveniente de otra habitación,
Corrí hacia él y miré con cuidado por la ventana. Allí estaba parado, sin hacer nada, como si estuviera esperando algo.

Abrí sigilosamente la ventana y me paré el el alfeizar.
Salté hacia la garganta de Justin sin pensarlo dos veces, iba directo a él, sin pensar en nada más, pero antes de que mis pies tocaran el suelo un agudo dolor me hizo caer al suelo.

Se escuchó un doloroso grito de dolor que dspués reconoicí como mío.
Era como si te quemara viva. Sentía el pasto mojado bajo de mí , pero eso no podía sofocar el dolor y la quemazón que estaba ardiendo dentro de mí.

- ¡Basta! – logré gritar.

Unas lágrimas cristalinas rodaron por la mejillas. Deseaba la muerte a cada segundo.
A través de la vidriosa cortina de lágrimas logré ver a Ian que me miraba fijamente. Lucas y yo lo habíamos subestimado, obviamente era capaz de hacer más que sólo hacerte quedar como estatua o dormirte un rato.

Sentía unas gotas que caían del cielo. Estaba lloviendo y aunque me estaba mojando no podía sentir que el fuego se apagara.

- Oh querida, te dije que no intentaras escapar – sentí los dedos de Damon recorrer mi mandíbula – te ibamos a dar un tiempo más de …vida pero ya vez, te lo buscaste solita.

“Mátame, mátame ya!” pensé, pero un recuerdo vino a mi mente

Jacob. No, no podía morir, no debía morir, no podía dejar a Jacob solo.
Pero, ¿Qué podía ser yo ahora? Me estaba retorciendo en el suelo, sin siquiera poder levantarme ¿cómo iba a escapar de esto?.

Más lágrimas rodaron por mis mejillas, causando un dolor diferente ante la posibilidad de que Jacob y yo nos perdiéramos uno al otro.

- Por favor, no– susurré. Toda mi mente la ocupaba Jacob ahora.

- Lo siento querida – sus dedos iban y venían a lo largo de mi mandíbula.

Sin dejar de acariciarme sus ojos adquirieron una tonalidad más oscura y sus ojos se tornaron por completo negros, no se veía ni un rastro del borgoña anterior o del blanco que rodeaba al borgoña. Negros, completamente negros, sabía que con un solo movimiento podría hacer que me esfumara.

- Quítale las manos de encima asqueroso chupasangre –rugió ferozmente una ronca voz que venía de lejos.

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Hola =) si tengo algun premio que no eh publicado x fa díganme soy un poco despistada XD

gracias por leer y comentar :)

jueves, 15 de octubre de 2009

Posibilades de escape.Cap.23.


Sentía la adrenalina correr a través de mis músculos.
Estaba lista para atacar, entonces me dí cuenta que estaba encerrada en una jaula de lo que parecía ser hierro.


“No hay problema” – pensé.
Tomé dos barras entre mis manos y las apreté, en menos de un segundo estaban hechas polvo.

Sentí una serie de impulsos eléctricos en mis piernas, que me invitaban a saltar con dirección al cuello de Bianca.
Seguí mi instinto y salté fuera de la jaula.

Antes de que mis pies pudieran tocar en piso, una extraña energía me repelió y me hizo volar unos pocos metros hacia atrás, chocando contra una pared y haciendo añicos un florero de cerámica china.
Bianca se limitó a reír con suficiencia, lo cual sólo avivó la llama de mi ira aún más.

Con otro rugido feroz me volví a abalanzar sobre ella, pero sucedió lo mismo, una extraña energía me hizo volar hacia atrás, por suerte esta vez no rompí nada.

- Estúpida. – murmuró Bianca. Justin e Ian sólo rieron y después salieron de la habitación.

No lo entendía. Era como un campo de fuerza. Pero, ¿Quién lo hacía?. Estaba segura que Bianca no se había movido ni un milímetro, tampoco Ian, así que sólo dejaba al vampiro bajito, Justin.
No sabía si tenía un don o no. Me mordí el labio inferior en busca de respuestas, cavilando en mi mente.

-¿Estás bien? – preguntó Lucas.

- Ah, si gracias.- respondí sin mucha atención mientras me paraba y me dirigía a donde parecer empezaba el campo de fuerza.

Alcé una mano y la acerqué.
Mi mano se hizo para atrás, como si la hubieran apartado, o como si mi mano se dirigiera a otra dirección, ese movimiento era involuntario.
Miré a Lucas confundida. Él llevaba tiempo de conocer a Bianca y a Ian, así que esto fuera obra de ellos lo sabría.

- No, no fueron ellos – dijo adivinando mis pensamientos.

- ¿Entonces quién?¿Justin?.

-Si. Él es un …

- Escudo – adiviné.

Sabía bastante sobre escudos, gracias a mamá, pero sobre escudos mentales, no físicos.
Un recuerdo pasó por mi mente.
Un campo nevado, una fila de vampiros a mis costados, el dulce olor del cabello de mi mamá y una enorme formación de vampiros en capas de diferentes tonos de gris caminando hacia nosotros dispuestos a matarnos.

Sabía que alguien de la guardia de los Vulturis tenía un don parecido al de Justin. Era capaz de mandarte en una dirección totalmente contraria a la original.
Un escalofrío recorrió mi piel. El día en que los Vulturis casi acaban con nosotros no era de los recuerdos más lindos que digamos.
Lucas notó que me estremecí y preguntó:


-¿Qué pasó?

- Créeme, no quieres saberlo – susurré.

- Por favor ¿si? – dijo con un tono empalagoso.

Suspiré. Puse mi mano en mi mejilla y le enseñé el oscuro recuerdo.
También se estremeció.

- Lo bueno que nada pasó- dijo con una risita nerviosa.
- ¿Qué don tiene Bianca? –Pregunté, saliéndome del tema, la última palabra casi la escupí.

- Pues .. – dudó – puede hacer que ondas expansivas te aplasten o te hagan volar

- Hmm .. – me quedé pensativa un rato y después dije:

- ¿E Ian?

- Pff! – resopló – eso es un poco más difícil de explicar. Tiene un poder .. hipnotismo, puede hacer que te sientas adormilada o que te quedes parado como una estatua.

- Entonces … ¿Nuestras posibilidades de escapar son … ? - susurré dejando la frase incompleta.

- 2 de 10 , si tenemos suerte – admitió desanimado.
Un ligero timbre de celular interrumpió nuestra conversación.

- ¿Bueno? Ah, Hola Damon – de pronto la voz de Ian sonó nerviosa. – Eh, s- si, ya los atrapamos pero, tuvimos un pequeño … contratiempo – del otro lado de la línea se escuchó que alguien gritaba furioso. – N-no no es eso, siguen vivos, pero me temo que tendremos que buscar otro lugar para aniquilarlos … - la voz se fue desvaneciendo, intuí que se había ido para que no lo pudiéramos escuchar.

Unos segundos después Ian volvió a la casa.
- ¡Eres un estúpido! ¿Cómo se te ocurre decírselo?

- Tranquila Bianca – la calmó Justin, al parecer él era el mediador de todas las peleas – se lo teníamos que decir.

- ¡Si, ya sé! … si no fuera por Ian ya estaríamos en el siguiente nivel!
Entonces esto es un juego, u juego donde depende de cuantos “impuros” mates es cuantos más escalones vas avanzado, hasta llegar a ser la mano derecha del líder. Ese pensamiento me hizo rechinar los dientes.

- ¿¡Pero yo como iba a saber que esa enana era adivina!? – gruñí al escuchar cómo se referían a Alice.

-¿Qué te dijo Damon? – preguntó Justin

- Llega en unas horas.

“Unas horas” se me estrujó el estómago, sólo unas horas para nuestra muerte.
“¿Cómo se supone que vamos a escapar?” – le pregunté mentalmente a Lucas mientras ponía mi manos sobre su templada mejilla.

- No tengo ni la menor idea. – me respondió.

Caminé en pequeños círculos por el espacio que había quedado al destruir mi jaula, pensando en posibles planes de escapatoria. Pero todo se reunía en el mismo punto: No podríamos huir si Justin seguía haciendo el campo de fuerza.
Examiné la habitación donde estábamos. No parecía ser una casa de vampiros, más bien parecía una casa de humanos, humanos que seguidamente abrían salido de viaje y cuando llegaran encontrarían su casa hecha polvo.

El ruido sordo de las llantas de un auto acercándose a la casa me sacó de mis pensamientos.
El suave sonido que alguien apartó las cortinas para ver por la ventana subió ligero hasta la habitación donde estábamos.

- Oh, llegó más temprano de lo acordado – dijo Bianca, un poco nerviosa...

lunes, 12 de octubre de 2009

¿¡Impuros!?.Cap.22.

Lo sé. lo sé , probablemente quieran matarme! :( . Lo siento por prometerles a algunas que Renovaría el viernes, pero como verán no pude XD. MILLONES de disculpas, espero que todavía me quieran jeje.
Aquí está el capitulooo. Y gracias a
to@s ya llegamos a más de 60 seguidores!!!! l@s amo! Besos.
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Una punzada estaba estacionada en mi cabeza, no era dolorosa, pero si molestaba.
Sentía algunos rescoldos en mi cuerpo de la ligera neblina que me había aprisionado en mi cuerpo.
Busqué mis ojos, mientras que por mi mente vagaba la esperanza de que todo esto hubiera sido un mal sueño.
Hallé mi boca primero. La saboreé al igual que mis labios y descubrí que tenía una sensación muy dulce, empalagosa.

Sentí algo fío debajo de mí, liso, como su estuviera acostada en el piso.
Seguí luchando contra los restos de la neblina hasta que encontré mis ojos.
Una luz brillante que provenía desde una ventana me cegó momentáneamente al abrir los ojos.

Un momento. Lo último que yo recuerdo es que estaba por aparecer el crepúsculo. ¿Cuánto tiempo había pasado?.
Antes de sentarme decidí rodarme boca abajo y analizar los sonidos que estaban alrededor de mí: El sonido lejano de una televisión, un pie golpeteando impaciente el suelo , al acelerado ritmo de mi corazón … y unos pasos que se acercaban.
En un intento por levantarme rápidamente me golpeé con lo que parecía ser unos barrotes.
A causa del golpe veía todo doble. Una figura familiar atravesó el umbral.

- ¿¡ Ian !? – pregunté con un hilo de voz. Aún veía doble y todo giraba de un modo extraño.

Éste me miró como si ni hubiera dicho nada, asomó la cabeza por el pasillo, en dirección de donde venía y gritó:

- Hey Bianca, Jeremy ya despertaron.

¿Despertaron?¿O sea que no estaba sola?
Giré la cabeza en busca de alguien más aparte de Ian y yo en la habitación. Me sorprendí al ver quién era el otro.

-¿¡Lucas!? – la cabeza seguía dándome de vueltas, aun que más leve.

Estaba medio acostado dentro de lo que parecía ser una … jaula. Hacía movimientos extraños con la boca y lengua, como si saboreara algo.
Se dio cuenta de mi mirada confundida. Rápidamente se puso de rodillas – por que si se paraba se daba en la cabeza – y fue al extremo que estaba más cerca de mí … jaula.

- Oh .. Ness! Que bueno que estés bien. Oye no sabes si nos dieron algo?, siento la boca muy dulce – Al empezar a hablar se dirigía a mí, pero después terminó divagando con él mismo.

- Es uno de los efectos secundarios – dijo Bianca en tono molesto , mientras entraba a la habitación. – Qué bien que despertaste – dijo con una falsa preocupación – pensamos que habías muerto – dijo y después soltó una risita burlona.

- Damon nos mataría si la dejamos morir.- dijo una voz ronca que venía del pasillo, seguido por unas risotadas.

Un vampiro pequeño pero musculoso se paró en el umbral de la puerta con una sonrisa socarrona.
Sus ojos eran de un color borgoña claro y su nariz, aun que era aguileña, no desencajaba con su pálido rostro.
Su cabello era de color caramelo tostado , un tono más oscuro que el de Esme, cortado casi al ras.

Me quedé examinando a los tres vampiros que estaban frente a nosotros. En unos segundos encontré una similitud entre ellos.
Los tres tenían una especie de collar, el cual era una cadena plateada y delgada, con un dije de piedras preciosas. El fondo eran rubíes, rojos como la sangre y en el centro unas espadas de diamante se blandían.

- ¿Por qué estamos aquí? – balbuceé confundida.

Ian y Bianca intercambiaron una mirada rápida para después mirarme con desprecio, era obvio que ellos no me iban a dar respuestas. Miré al pequeño vampiro de ojos color borgoña en busca de respuestas. Pareció meditarlo durante unos segundos y luego dijo:

- Para ser destruidos.

A Lucas y a mí se nos cayó la mandíbula al escuchar eso. Lo dijo como si hubiera comentado el clima o el color de mi ropa. Daba la impresión de que no era la priera vez que hacían esto.

- P- pero por que? – preguntó Lucas. El dolor se leía en sus facciones.- Pensé que éramos hermanos Ian ..

- Pues te equivocaste niñito – lo interrumpió con brusquedad Ian. – la verdad es que los Olivier no significan nada para nosotros, sólo fueron un modo para llegar a ti, y de paso a ella - confesó despreocupadamente.

A nosotros. Pronunció la palabra como si fueran parte de una secta o algo así.
- A nosotros? – repetí con la misma entonación que antes le había dado Ian.

- Si ya sabes, a los Cazadores de Impuros – dijo Bianca con un aire superior mientras inconscientemente tocaba el dije de su collar.

Lucas movió la cabeza en señal de no entender.
- ¿No sabes lo que és?

Lucas negó con la cabeza.
Bianca empezó a temblar de Ira. Apretó los dientes y los ojos en un intento por tranquilizarse. Eso me recordó a Jake, se me estrujó el estómago en sólo pensar en él.

¿Le habrían hecho daño?¿O a mi familia?. Preguntas de esa naturaleza se plantaron en mi cabeza y empezaron a germinar a un modo impresionante, al igual que mi preocupación. La voz de Jeremy de distrajo un poco.

- Tranquila Bianca, eso quiere decir que hacemos un buen trabajo, nos mantenemos en el anonimato ¿recuerdas?.

Las convulsiones de Bianca parecieron bajar el ritmo hasta desaparecer.
Intenté aplacar el nudo que había aparecido en mi garganta para preguntar:
-¿Qué son los Cazadores de Impuros?

Jeremy suspiró y dijo:
- Somos una… organización, por así decirlo, y nos encargamos de ext…

- No , Jeremy! – lo interrumpió Ian – Damon nos va a matar si les decimos.

- No te preocupes, Damon llega en un día, así que no creo que puedan contarlo cuando el se valla – dijo con una sonrisita diabólica. – Creo que esta pequeña conversación aclaró tus dudas ¿cierto? – dijo dirigiéndose de nuevo a mí.

- Por lo visto no somos lo suficientemente buenos para su muerdo perfecto no es así? – die con los dientes apretados, sacando mis propias conclusiones.

- Exacto. – dijo Bianca con una estúpida sonrisa.

Esa respuesta hizo que me rechinaran los dientes. ¿Se creían superiores a tal nivel de tener que exterminarnos?.
¿¡ Quiénes creían que eran!?.
Mi visión se volvió ligeramente rojiza.

Desgarrar y quemar. Era todo lo que mi instinto me pedía en ese momento.
Deseaba escuchar el chillido metálico del cuello de Bianca partiéndose en dos. Casi podía sentir el calor de la hoguera.
Se me escapó un ligero gruñido amenazante y me agazapé instintivamente.
Sentía la adrenalina correr a través de mis músculos.
Estaba lista para atacar entonces yo…

martes, 6 de octubre de 2009

Respuestas.Cap.21

- Entonces qué es? – pregunté confundida …

Esme se removió inquieta en su asiento, pensando en cuál podría ser la respuesta. Carlisle miraba al piso pensativo.

- Tal véz podríamos hallar algunas respuestas – dijo Edward, contestando una pregunta mental de Carlisle – así fue con Nessie.

- Pero no sé, éste es un caso diferente.

- Hagamos la prueba – lo animó papá.

Todos nos quedamos con una interrogante escrita en la frente.
- Se podría saber de que hablan? – dijo Alice, un poco molesta.

- Carlisle estaba considerando la idea de indagar entre nuestras leyendas y viejas culturas sobre la procedencia de Lucas. Como lo hicimos con Nessie.
Al escuchar mi nombre los ojos de Bianca e Ian – quienes acababan de llegar - volaron hacia mí. Había algo en su mirada que no pude descifrar.

“¿Qué pasa?” – pregunté mentalmente a papá.

Papá tenía la mirada recelosa, escrutando los pensamientos de Bianca e Ian. También Jasper se mostraba receloso, sintiendo el cambio de la atmósfera.
Después de unos segundos se relajaron y papá me dedicó una sonrisa para tranquilizarme.

Durante los siguientes días Carlisle, Damián y papá se la pasaron metidos en viejos libros llenos de polvo con pastas de rugosa piel, tratando de averiguar qué era Lucas. Éste también estaba allí, deseoso de saber.

Alice descubrió que ya tenía una compañera de compras, Joss. A ambas les encantaba diseñar y comprar ropa. Muchas veces Mamá y yo servimos de maniquíes de pruebas pero, por suerte pudimos huir de aquellas maniáticas de la moda y dejar que experimentaran entre ellas.

Bianca e Ian se mostraban un tanto aislados, comos si estuvieran allí por pura obligación y esperaban que pronto terminara todo. No es que se amaran uno al otro como para estar todo el día juntos, pero había algo que los unía y no sabía qué.


Después de dos días sentí la falta de Jacob. Bajé a La Push en el viejo Volvo.
Al llegar me estacioné frente a la pequeña casa color ladrillo. Bajé del coche y caminé hasta la puerta, antes de tocar de puerta me quedé un momento parada allí. Sentía la ligera brisa salina que llegaba desde la playa, la sentí fría contra mi piel. También me llegó otro olor, más bien dicho, otros.

Cada unos tenía su efluvio propio, algunos más amaderados, otros más de tierra húmeda, pero no por eso menos deliciosos.
Sabía que no tenía caso tocar a la puerta de Billy cuando ya sabía donde estaba Jake y su manada.

Bajé las escaleritas y me dirigí al bosque, sin correr, no tenía prisa. Al llegar a un pequeño claro ví que estaban los dos machos alfa sentados en su cuartos traseros, al parecer estaban en una junta o algo así.

Me senté entre unos cómodos arbustos que estaban allí.
Miré a mi alrededor. Era un verdadero hervidero de vida. Había miles de pequeños animalitos, al igual que algunos insectos que una vista humana no hubiera podido captar.

Jake le gruñó amenazante a Sam, quien no se inmutó.
Mi lobo rojizo se puso en cuatro patas, sin dejar de gruñir por lo bajo.
Seth, Leah, Embry y Quil lo imitaron, pero sin gruñir.

Una brisa llegó e hizo que mis rizos dorados revolotearan alrededor de mí, lanzando mi efluvio contra las dos manadas. Seth lo percibió rápidamente y volteó hacia mi dirección, esbozando una sonrisa lobuna y agitando la cola.
Unos segundo después la pequeña junta parecía haber terminado con un gruñido de Jacob. Su manada y él se separaron. Ellos se sumergieron de nuevo en el bosque y él caminó en mi dirección, todavía en su forma lobuna.

Me paré de mi asiento de helechos y esperé hasta que llegara a mí.
Cuando llegó se limitó a empujarme con el hocico fuera del bosque. No era el saludo que esperaba.

Cuando terminó de empujarme fuera del bosque, volvió a perderse entre la maleza.
Estaba desconcertada. ¿ Por qué Jake actuaba así?. Esperé impaciente a que saliera de entre la maleza.

Después de unos minutos salió con unos pantalones de mezclilla raídos.

- Será que por unos días te quedes en La Push. – me dijo ásperamente.

“Por qué?” le pregunté mentalmente mientras tocaba su cálida mejilla y recordaba lo enojado que se veía antes – aun que eso no había cambiado mucho- y le mostraba o confundida que me sentía.

Su expresión cambió y sus facciones se suavizaron. Quitó dulcemente mi mano de su mejilla y me envolvió con su brazos.

- Lo siento – murmuró contra mi cabello – es que tuve un … problema con Sam. – su voz delataba que sabía algo más y que lo ocultaba.

Después de unos momentos agregó:
- Deberías quedarte aquí por que captamos el efluvio de los nuevos … chupasangre – casi escupió la última palabra- es en una ruta, como si hicieran su plan de escape.

- Pero no son malos – le aseguré -.

- Pero lo más seguro es que te quedas acá unos días … en lo que nos aseguramos que estén a salvo - obviamente en ese estén se refería sólo a mí. Sabía que mi familia podía arreglárselas sola.

- Pero ..

- Por favor – me suplicó, aun que me lo pedía de buen modo notaba una nota de autoridad en su voz. Sabía que haría hasta lo imposible por mantenerme a salvo.

- Esta bien – dije mientras suspiraba, dándome por vencida.

Esbozó una ancha sonrisa que me hizo derretir.

Jacob insistió en acompañarme, así que manejé de nuevo hasta la gran mansión blanca en medio del bosque. A la entrada me encontré con Alice.

- Buenas noticias! – dijo mientras daba saltitos de emoción.

- ¿ Qué pasó? – pregunté - ¿ Al fin Emmett ah madurado? – dije mientras reía.

- Oye tú! – me gritó Emmett burlonamente desde la sala.

Entré y estaban todos sentados en la sala, era por pura costumbre pues si estaban parados todo el día les parecía igual de cómodo que si estuvieran acostada en una acolchonada cama.

Giré la cabeza para vez a Jake. Tenía la nariz arrugada y estaba tieso en su lugar. Le dí un pequeño jaloncito para que avanzara.

Llegamos y nos acomodamos en unas sillas que estaba atrás de mi familia.
Papá asintió distraídamente. Jake ya le había informado.

- Bueno ahora las buenas noticias son … - empezó Carlisle y dejó concluir a Damián.
- Que ya sabemos exactamente lo que es Lucas.

Cuando dijo eso, al aludido se le iluminó la cara y sonrió ampliamente, dejando ver sus colmillos.
- Verán, estuvimos investigando y llegamos a la conclusión de que Lucas es una … bebé vampiro.

¿ Bebé vampiro?. No tenía que ser papá para saber que todos se planteaban la misma pregunta. Al escuchar bebé y la palabra vampiro en la misma oración, se le iluminó la cara a Rosalie.

- No es lo que tú crees Rose – contradijo papá con pesar a algún pensamiento de ella.

- Nació de una semihumana, como Nessie, y de un vampiro.

Una semihumana como yo? ¿Osea que yo puedo tener hijos?.
Un gruñido gutural proveniente de Edward cortó el hilo de mis pensamientos, le gruñía a Jacob. Era obvio que su mente trabajaba más rápido que la mía, al menos en ese sentido.

Mamá respondió al igual que papá.
- NI se te ocurra – siseó entre dientes.

- Tranquila Bella. –intentó tranquilizarla Jacob.

- Al parecer es el único en su especie, por lo que sabemos – concluyó Carlisle.

La sala se quedó en silencio, hasta que Emmett dijo:
- ¿Qué tal si vamos de caza? Se me antoja un oso pardo – para después soltar una gran carcajada.

Estuvimos de acuerdo y todos salimos a cazar un rato, aunque a Jake no le gustara la carne cruda se negaba a dejarme sola.

Estuvimos un rato cazando hasta que Ian nos dijo a Lucas y a mí:
- Olí un puma por acá.

Olisqueé en busca de algún puma pero no había nada.
- Si está por acá. – dijo Bianca.

Ví a mi alrededor. Jake estaba lejos de mí. Se me hizo buena ocasión para romper las reglas.

Lucas y yo nos encogimos de hombros y los seguimos sin dudar, total, no pensé que nada malo pasara.

Al llegar a una parte del bosque cerrada por lo árboles erguidos y otros más caídos, se detuvieron en seco. Nos voltearon a ver con una sonrisa malévola.
Un grito ahogado los interrumpió.

- Noo!! Nessie! – gritó Alice con la mirada perdida.

- Mierda- susurró Ian.

Antes de que alguien pudiera decir o hacer algo sentí cómo las frías manos de Bianca me tapaban la boca y sentí que me mareaba y no podía respirar.
Sentí que una ligera neblina flotaba en torno a mí.
Intenté sacudírmela encima. Me privaba de mis sentidos,me encerraba en mi propio cuerpo.
Sentí que jadeaba en busca de oxígeno, ladeé la cabeza con lo que me quedaba de fuerzas y ví a Ian concentrado.Él me estaba haciendo esto.
"Estúpido Ian" farfullé mentalmente, para después dejarme llevar por la silenciosa niebla.