lunes, 7 de marzo de 2011

Inicio de la tormenta. Cap.88

El deportivo auto Italiano se estacionó con un leve chirrido frente a la cabaña y en un parpadeo, Alice ya se había bajado de él. Resultaba irónico cómo lo masculino de ese coche y la suavidad de la pose de Alice contrastaban, y a pesar de eso, la escena no dejaba de verse como un comercial.

Apenas y Alice avanzó un paso, Jasper se puso frente de ella, dándole la espalda y con todos los sentidos alerta.

Seguramente ya había detectado a Ethan.

Él había accedido a quedarse a los alrededores de la cabaña, para darnos algo de privacidad, pero ambos sabíamos que no se iría sin intentar explicarse… una vez más.

No necesitaba escuchar una vez más su teatro de mentiras; ya encontraría una solución para él más adelante, por que por lo pronto, necesitaba saber más sobre Katherine.

Era obvio que ella quería que me enterase de su vida, de lo contrario no hubiera hecho tantas referencias hacia mi familia. O quizás Katherine tenía una relación más oscura con mi familia de lo que creía. Tal vez ella quería que fuera mi familia quien me contara la historia.

- - Ethan quiere hablar contigo – la voz de mi padre me sacó de mis pensamientos.

Por la ventana alcancé a ver que el ambiente afuera se había calmado y en Jasper sólo quedaba un resquicio de cautela hacia Ethan.

Subían las escaleras del porche.

- - Y yo quiero una jirafa pero tampoco puedo tenerla – contesté.

- - Nessie… - comenzó a decir papá.

- - No quiero volverlo a escuchar, ni a él ni a sus mentiras – dije mientras me alejaba de la ventana – Me mintió por ser egoísta.

El silencio flotó entre nosotros unos segundos mientras sentía cómo la sangre me volvía a hervir al tan sólo recordad todas las mentiras que me había tragado. Había sido una completa imbécil.

- - Y sin embargo, tú mejor que nadie, sabes que el amor nos hace egoístas.

Las palabras de mi padre no tenían ni una gota de veneno, ni ningún borde filoso; pero aún así en cuanto la escuché, me dolieron; porque tenía razón.

Por mi ambición de tener a ambos – Jacob e Ethan- en mi vida había perdido a ambos, aunque bueno, Ethan ya no contaba para mí por que todo lo que alguna vez llegué a sentir por él estaba construido en una sólida –o no tanto al parecer- base de mentiras.

No podía negar que me dolía un poco el haber perdido a Ethan, pero la verdad, no puedes perder algo que nunca fue tuyo. Ethan siempre fue de Julie, de su recuerdo que vivía en mí.

No fui más que el cascarón de lo que alguna vez el amó.

Un murmullo irritado me sacó de ese estado de sopor en el cual mis pensamientos me habían metido.

En una esquina estaban mamá, papá y Alice discutiendo en voz muy baja.

Jasper estaba sentado en la sala, pero con la mirada puesta en la ventana; bueno, al menos Ethan estaba vigilado.

- - Hey – dijo Emmett acercándose - ¿Cómo está mi sobrina rebelde? – Risas estruendosas – Tenía miedo de que fueras tan taciturna como tu padre, pero veo que me equivoqué.

Me dio un abrazo de oso. Por suerte, siendo un semi-vampiro puedo aguantar la respiración más tiempo que un humano común. Pero al parecer no suficiente para los abrazos de Emmett.

- - Ni siquiera sabes lo que “taciturna” significa, Emmett – dijo Jasper mientras seguía mirando inmutable por la ventana.

- - Claro que sí – se defendió Emm.

- - Dime su significado – dijo Jasper con una sonrisilla maligna curveando sus labios.

Emmett metió discretamente la mano en su pantalón.

- - No se vale consultarlo en Google – dijo Jasper, adivinando las intenciones de Emmett.

Emmet le respondió con un gesto.

- - OK, no sé lo que significa. – respondió él – simplemente se escuchaba elegante.

Jasper y yo nos reímos.

Por un momento Emmett permaneció con el ceño fruncido, pero después sus labios se curvearon hacia arriba y comenzó a perseguir a Jasper por la habitación.

- - ¡Yo cubro este lado! – le grité a Emmett entre risas mientras bloqueaba una posible ruta de escape.

Jasper llegó a mi posición y con un simple movimiento me cargó en hombro. De pronto todo lo veía de cabeza.

Las risas brotaron de mi anterior mientras mis tíos subían y bajaban por los muebles y parte del techo, en una serie de amenazas inofensivas.

Me sentí tan feliz en ese momento que me dí cuenta cuanto extrañaba a mi familia.

Había pasado tanto tiempo obsesionada con el estúpido juego de Katherine que casi olvidaba a mi familia; la recordaba de vez en cuando, cuando se me venía a la mente el pensamiento de que debíamos huir de ellos.

Una punzada de culpabilidad me dio directo en las costillas y gradualmente dejé de reír, mientras las dudas y la confusión iban llegando de nuevo a mi mente.

Ese pánico constante que sentía había regresado e inmediatamente localicé con la mirada a papá, quien me estaba mirando inquisitivamente, leyendo mi mente, mientras Alice le seguía hablando rápidamente.

Jasper notó mi repentino cambio de ánimo y me bajó. Le dediqué una sonrisa desvalida y volví a mirar en dirección de Alice y nuestras miradas se cruzaron, y lo que ví en sus ojos fue un punto de miedo.

Su mirada me desconcertó, por que en todo caso, la única que tendría que tener miedo aquí sería yo, pues la vida de mi razón de ser era la que estaba en juego; a menos que ella tuviera algo que ocultar.

Caminé en su dirección y ellos automáticamente se callaron.

- - Sé que me están ocultando algo – dije mentalmente mientras tocaba a mamá.

Silencio.

- - Tenemos que salir a hablar – dijo papá con la mirada puesta en mí, pero es obvio que el mensaje también era para mamá y Alice.

- - No, Edward – dijo Alice mientras lo tomaba por el brazo- podemos encontrarle otra solución a esto. No tiene por que ser así.

No estaba segura si fue mi imaginación, pero distinguí un ligero tono de súplica en la dulce voz de Alice.

- - Yo tampoco quiero que sea de esta manera Alice, pero al parecer no hay otra – dijo mamá con voz un tanto cansada.

No sabían de lo que estaban hablando y tanto misticismo me estaba irritando. Tantas veces desde que apareció Katherine me había sentido perdida, con las pistas enfrente de mí pero imposible de verlas. En cierta manera lo comprendía, porque ella parecía dedicada exclusivamente a enredar mi vida, pero… ¿de mi familia? En especial me dolía que Alice se mostrara tan renuente a decirme lo que en verdad estaba pasando. Quizás ella no fuera mi mayor confidente, pero sí buscaba su apoyo en tiempos difíciles; uno de ellos era en ese momento, pero ella parecía ahora estar del bando de Katherine.

La incertidumbre de ya no saber en quien confiar me estaba matando.

- - Las estás lastimando – le susurró papá a Alice.

Ella me volteó a ver con ojos cargados de angustia y fue hasta ese entonces cuando pude advertir las lágrimas cristalinas que estaban acumuladas en mis ojos. Alice se apartó de mis padres y dio un paso hacia mí, con los brazos abiertos. Retrocedí ese paso y mientras me limpiaba las lágrimas dije:

- - Quiero la verdad.

Ella suspiró pesadamente hizo una ademán para que tomara asiento en el sofá que había en el pequeño estudio. Miré por el rabillo en dirección donde antes habían estado los demás, pero ya no los ví. Me sentí un poco más cómoda, pues a pesar de que eran mi familia, era un tema un poco complicado, ya que ni si quiera yo sabía las proporciones que lo que me contarían podría causar…


-------**

Lo hice un poco corto para que en los proximos capitulos me enfoque solamente en la historia de Katherine (:

Grx por leer y comentar (y ser pacientes)