- Creo que Julie está viva. Y creo que está con Katherine.
Parecía tan esperanzado que las palabras se me quedaron atoradas en la garganta.
Y en cierto modo, lo entendía porque ambos sabíamos que les habíamos hecho daño a las personas que más amábamos . Pero no podía llegar a imaginarme la magnitud de lo que Ethan sentía. Quizás el no aceptar que Julie estaba muerta era su forma de afrontar con la culpa.
Por primera vez en mucho tiempo me dí cuenta de que alguien sufría aún más que yo.
- Ethan – dije con precaución, pues el terreno que estaba a punto de pensar era un tanto delicado – Julie está muerta. Tú me lo dijiste, yo lo… ví, por así decirlo.
Una fina sonrisa se extendió por su rostro y un ligero escalofrío me recorrió la espalda.
Él se quitó de encima de mí y yo me senté en el paso con un poco de cautela. No quería admitirlo pero una parte de mi ser le comenzaba a dar miedo Ethan. Pero no era un miedo común y corriente, si no que éra del tipo que hace que el grito se quede congelado en tu garganta y los pelos se erizen.
A pesar de todo, traté de que no se me notara.
- Renesmee, de verdad creo que está viva. Me tienes que ayudar – dijo, y esa sonrisa se atenuó – es la primera y última oportunidad que tengo para recuperarla.
Escuché el nudo que se comenzaba a formar en la garganta de Ethan. Sabía que no era fácil para él hablar sobre Julie así que escogí mis palabras con precaución.
- ¿Por qué crees que ella sigue viva? – dije con un hilo de voz.
Él cerró sus ojos por unos instantes, como recordando algo y por esos momentos pareció una escultura de pétreo mármol a la luz de la Luna.
- Escuché que Katherine pronunció su nombre. – dijo finalmente, para después mirarme a los ojos.
Intenté buscar entre mi maraña de recuerdo algo que me indicara que Ethan tenía razón, pero sólo aparecían recuerdos donde yo estaba como primer plano. No podía escuchar, ver o recordar alguna cosa que no tuviera que ver con Jacob. Mientras estaba con Katherine, lo demás era irrelevante.
Aún así hablé:
- Ethan – me acerqué a él y puse mi mano en su hombro, como señal de apoyo – probablemente haya muchas chicas que se llamen Julie. Tal ves es otra Julie la que está ayudando a Katherine.
Escruté su rostro, pero al mismo tiempo analizaba la posibilidad de que Katherine tuviera algún otro vampiro - un neófito no era muy probable- que le estuviera ayudando. Pero la pregunta es: ¿Por qué?. Esto era un asunto entre Katherine y mi padre en la cual yo sólo era la desafortunada intermediaria; así qué ¿bajo qué mentiras estaba logrando que otro vampiro la ayudara?.
Al final, esa teoría no me pareció tan descabellada.
- Renesmee, es que no entiendes – dijo él con infinita paciencia, mientras que con un movimiento de hombros se sacudía mi mano y se acercaba a mí – Katherine no la llamó por su nombre, le dijo “Müller” el cual es su apellido de soltera.
Por unos minutos ninguno de los dos pronunció alguna palabra. Estaba decidiendo si creerle o no. Al final, ganó la primera. Porque me di cuenta de él no tenía ninguna razón para mentirle. Además de que le debía mucho. Sin él, lo más probable es que no hubiera sobrevivido a mi primera semana en el castillo de los Voulturi.
Mientras pensaba sólo se podía escuchar el rítmico latido de mi corazón y el silencio de la noche. Seguramente ya era más de medianoche y la Luna estaba en todo su esplendor. Iluminando con una tranquilidad que a mi no me llegaba.
Por un momento también pensé en mi familia. Lo más probable era que me estuviesen buscando pero estaba muy lejos como para que mi padre pudiera escuchar mis pensamientos y hacía un poco de viento, así que les tardaría un par de horas más en encontrarme.
- Renesmee – dijo Ethan, sacándome de mis pensamientos - Julie una vez me contó que no había muchos Müller en el mundo. Sus antepasados eran partidarios de los nazis, y cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, muy pocos pudieron escapar. – explicó – entonces piensa, yo mordí a Julie y ahora no estoy muy seguro de haberla matado, y ahora hay algún vampiro que tiene el mismo apellido que ella.
- Pero Ethan n.. – comencé a decir pero él me interrumpió.
- Si, sé que son pocas las pruebas que tengo, pero no puedo dejar de pasar esta oportunidad por que si es ella, nunca me lo perdonaré. – tomó mis manos entre las suyas – por favor Renesmee, es mi única oportunidad para arreglar todo lo que hice mal.
Inhalé profundamente y después exhale con lentitud.
- Pero antes explícame una cosa Ethan – dije mientras quitaba mis manos de entre las suyas - ¿Por qué yo? Sabes que mi fuerte no es eso de los combates cuerpo a cuerpo.
En ese momento recordé cuando me enfrenté a Katherine en la casa abandonada al otro lado del río, cuando Ethan encontró el sobre a nombre de Alice, y un escalofrío me recorrió por completo.
Hasta ese momento había caído en cuanta de qué fácil habría sido que Katherine me matara en ese momento. No lo había notado a causa de la adrenalina que nublaba mi percepción del peligro – y del dolor- de una manera inusual.
Ethan notó mi estremecimiento así que con un movimiento elegante se sacó la chamarra y me la puso sobre los hombros. No la necesitaba, pues mi sangre era casi tan caliente como la de los licántropos, pero le sonreí amablemente ante tal gesto. A pesar de todo, Ethan no dejaba de ser un caballero de los años 50’s.
- Si, eso lo sé. También sé que Katherine es muy peligrosa es por eso que te pido que me acompañes – dijo – para que mientras yo distraigo a Katherine, tú busques a Julie. Eres la única en la que puedo confiar. Eras la única persona que tengo.
Lo último lo dijo con los dientes apretados, pero sabía que no era signo de enojo, si no todo lo contrario. Cuando dijo las últimas palabras, a pesar del esfuerzo que hizo, se escuchó cómo su voz se quebraba.
- Por favor. – dijo, y sentí como me acuchillaba con la sinceridad de sus palabras.
Además, le debía mucho. Mi vida, para empezar.
Suspiré.
- Está bien Ethan, te acompañaré – dije y una sonrisa se extendió en su rostro - no puedo ser una egoísta contigo.
Su sonrisa se amplió y me contagió esa extraña alegría. Como un pequeño rayo de sol en la oscuridad que ambos estábamos.
- Gracias muñeca – dijo para después darme un beso en la frente – sabía que toda esa porquería no te había cambiado. Sigues siendo la pequeña criatura valiente, leal y un tanto orgullosa que conocí en el castillo. Sólo necesitabas un empujoncito. – Me guiñó el ojo.
- No tienes nada que agradecerme – dije mientras suspiraba y me preparaba mentalmente para aplazar la búsqueda de Jacob por un par de días.
Sabía que Ethan no planeaba matar a Katherine, eso estaba más que sobreentendido. Lo único que me preocupaba era que tan enojada podría estar Katherine después de lo que planeábamos hacer, ya que eso podría alargar más las cosas.
- Además – dijo, regresándome a la realidad – este trae un bonus que seguro de va a interesar.
Al principio desconfié un poco de lo que me estaba diciendo, pues su habitual sonrisa arrogante y pícara había aparecido en su rostro.
- Recuerda que lo más probable sea que donde esté Katherine, esté tu novio. – dijo- Así que si todo sale bien, tu pesadilla terminará.
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Ya saben que como siempre, quiero saber que opinan (: